Kotlina: así es la barbacoa eslovaca, con forma de estufa, ideal para cocinar goulash (pero también paella)

Pau Buera descubrió la kotlina en uno de sus viajes de trabajo a Eslovaquia, donde su empresa, con sede en Barcelona, tiene una fábrica en la que hacen piezas para coches.

“Es típica de esa zona, para cocinar el goulash”, explica. “Sobre todo la usan en invierno, cuando nieva. La gracia es que está nevando y estás cocinando al lado de fuego con el chupito de aguardiente. Hacen fiestas con los amigos cocinando al exterior. Yo lo he hecho y está chulo”.

Buera nunca había pensado que un ingenio como este, conocido solo en la antigua Checoslovaquia, Hungría y parte de Polonia, tuviera utilidad en España, pero vio que los expatriados españoles de la zona usaban la kotlina para cocinar paella valenciana.

“Le traje una aquí a mi cuñado de regalo y un tío nuestro nos dijo ‘quiero una”, apunta. “Y se me encendió la bombilla. Como pilló la pandemia, estábamos encerrados, todo casaba. Tenía tiempo para arrancar algo y una idea”.

Nació así Kotlik, la empresa con la que Buera importa a España esta particular cocina de leña. “Las traigo de Eslovaquia, de un tipo que tiene un taller y las suelda a mano”, explica. “Tengo también otras más pequeñas, más industriales, que son de Hungría y ahora las hacen en China. Pero tenemos las dos gamas de producto”.

Las kotlina proceden de un taller artesanal de Eslovaquia.

Ideal para todo tipo de guisos

Por su forma, esta cocina de leña se puede utilizar, además de con el caldero (que es su aplicación tradicional), con una paella o un wok. Básicamente, cualquier utensilio de cocina redondo. Con la tapa puesta también se puede utilizar como estufa de leña para exterior, así como para preparar ahumados. Su chimenea, además, evita, que el luegar en el que cocinamos se llene de humo.

“La gracia es que puedes cocinar diferentes cosas”, explica Buera. “En vez de tener barbacoa o paella, puedes hacer un wok o hacer un arroz meloso. El otro día hizo mi madre una caldereta de cigalas... Te da mucho juego”.

Por otro lado, apunta Buera, el hecho de que la leña quede encerrada mientras quema le proporciona un aprovechamiento del calor superior al que pueden presentar otros métodos de cocción, que dejan la llama o brasa desprotegidas por los lados.

La kotlina sirve como barbacoa, aunque no está pensado ex profeso para ello.

En realidad, para lo que es menos útil la kotlina es para usarla como barbacoa. En Eslovaquia no se usa como tal y, aunque Buera ha desarrollado una parrilla circular para usarla sobre el aparato, reconoce que es una aplicación más forzada. “El diámetro son 40 cm, si viene mucha gente te quedas corto”, apunta. “Pero a la gente le da miedo comprar algo que no tenga parrilla, así que la hago aquí en España a medida”.

Goulash - Tetera para servir sopa y caballete de metal, 0,75 l, auténtico caldero de metal y trípode

Buera comercializa dos modelos artesanos de kotlina, de hierro y soldadas a mano: las hay de 38 y 42 cm de diámetro y cuestan 369,00 y 399,00 euros, respectivamente. Además, vende la kotlina de chapa fina inoxidable, más pequeña y ligera, que cuesta 199,00 euros. En su tienda, comercializa además los calderos típicos para cocinar el goulash (ideales para elaborar cualquier otro tipo de estofado).

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