No siempre el corcho de una botella de vino está en buenas condiciones, al darnos cuenta, metemos el sacacorchos con cuidado girando lentamente mientras vemos caer trozos de corcho en nuestro vino y finalmente, cuando tiramos suavemente, se rompe.
Al final tenemos que bebernos el vino con virutas de corcho o ir quitándolas cada vez que se cuelan en nuestra copa. Pero con este práctico utensilio vamos a poder “pescar” los trozos de corcho que tanto incordian.
Aunque el Pescador de tapones es un utensilio sencillo, hace falta un poco de habilidad y paciencia para utilizarlo. Como veis se trata de un mango cilíndrico con una varilla metálica acabada en cuatro varillas, que al introducirlas en la botella se abren para poder “pescar” el corcho y al retirarlo y pasar por el cuello de la botella se cierran logrando extraer el insolente huésped de nuestro vino. Además tiene una red que se coloca en la punta de las cuatro varillas para recoger los trocitos de corcho que siguen flotando en la superficie del vino. Si queréis ver su funcionamiento, podéis entrar en Corkfish, explican e ilustran el funcionamiento de este práctico utensilio.