Llevaba tiempo rondándome por la cabeza hacer un post sobre las encimeras de cuarzo. ¿Y por qué tuve esta maravillosa idea? Por un pequeñísimo percance con una sartén, un poco de aceite y el olvido de dejar encendida la vitrocerámica. Os podéis imaginar la llamarada que soltó, yo miraba la cocina de lejos y digo, "pero si he apagado la luz de la cocina". En fin. Como acto reflejo lo único que se me ocurrió además de tapar la sartén fue apartarla de la vitrocerámica y depositarla en la encimera. Consecuencias: sartén quemada y encima quemada.
Mi próxima compra para la cocina ya tengo pensado lo que será. Un horno de convención con la vitrocerámica a juego y una encimera de cuarzo resistente a cuchillos, calor, antibacteriana y además de colores chillones. ¡Ala! ¿Qué os parece?
Cuando pensé en una encimera de cuarzo me vino a la cabeza unas encimeras que instalaron en la barra del restaurante de El Corte Ingles de Preciados (Madrid), mientras yo trabajaba allí. Nos explicaron que eran de una marca, Silestone de Cosentino, no se rayaban, y no se quemaban si dejábamos cosas calientes encima. Hoy en día hay más marcas que le están quitando mercado, como Compac Quarz o Quarella, y de todos los precios.
Yo voy a hacer como Oliver (el cocinero) y voy a utilizar la encimera como tabla de cortar.
A colores más vivos (amarillos, verdes chillones o fucsias), más caras. También se encarecen si llevan incrustadas piezas de mica. Aunque lo que más se vende es el cuarzo compacto. Este tipo de superficies también se aplican a escaleras, suelos, mesas, escritorios, etc.
Tener una cocina de este material puede resultar asequible. El precio oscila entre los 239 y 375 euros el metro cuadrado, en la misma banda en la que se mueven los del resto de materiales, como el granito y el cristal, y casi la mitad de barato que el 'corian' o la madera maciza. El tiempo de fabricación e instalación es de tan sólo una semana.
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