Me encanta cocinar pero lo que más odio después es recoger y sobre todo fregar esa cacharrada que junto siempre al acabar la comida, así que como poco amiga de esta labor me han llamado la atención estos cubiertos comestibles, en concreto cucharitas, que te las puedes comer sin problemas después de terminar de usarlas.
La empresa que las fabrica lo hace con una visión más ecologista que gastronómica, pues nos pone en la balanza por una parte el proceso de descomposición de una cucharilla de plástico que puede llegar a ser de unos veinte años como mínimo si no se recicla, frente a su cuchara ecológica, 100% biodegradable y perfectamente comestible en su totalidad, aunque después increíblemente ellos las empaqueten en una bolsa de plástico.
Las cucharas de Triangle Tree están hechas de harina de maíz, harina de trigo, huevos, leche desnatada, azúcar, sal y especias. Además se fabrican en tres tipos de sabores, para según a la comida que las destinemos, así encontramos unas más sencillas o sosas, de sabor neutro y que combinan bien con cualquier comida, pero también hay la versión picante para darle un punto de sabor a cualquier plato salado o la versión dulce para acompañar por ejemplo unos cereales.
Además, para facilitar su consumo, traen unas muescas grabadas por donde será más fácil partir las cucharitas una vez hayamos terminado la comida. A mí personalmente me parece una idea original para una comida de campo o playa más que para tenerlas en casa, pero también me pregunto si no se desarmarán a medio almuerzo cuando por ejemplo las utilizas con algo caliente. Habrá que esperar a que las vendan en nuestro país para comprobarlo, así que de momento creo que aún incluso de picnic, me tocará seguir fregando.
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