El verano pasado tuve la oportunidad de recorrer gran parte de la costa este de Estados Unidos en coche. Mi hermano, que tiene un gran sentido del negocio, pensó que era una buena idea comprar allí las guitarras que llevaba tiempo deseando, ya que se ahorraba una buena suma de dinero.
Y aunque tuvimos nuestros momentos con la aduana, ahora lucen en su estudio varias guitarras muy hermosas, entre las que se encuentra una Fender Stratocaster, una guitarra casi tan clásica como la que imita esta tabla de cortar rockera, la Fender Telecaster.
Salvo porque, lógicamente, no lleva el mástil, es una reproducción bastante fidedigna fabricada en madera de haya. Ideal para los amantes del rock, la música en general y las guitarras en particular, que hagan también sus pinitos en la cocina. Sólo espero que lo que cortes en ella no se haga rebelde y se niegue a pasar por la sartén.
Vía | Compradicción
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