Bico de Xeado, los helados de “vacas felices” gallegas que más nos han enamorado este verano

Detrás de esta marca están las pequeñas granjas lecheras de una cooperativa coruñesa

Leche de calidad, fruta que sabe a fruta, cacao auténtico, frutos secos de los buenos... Estas son las premisas innegociables de un buen helado artesanal.

Después de explorar durante el verano un buen número de heladerías artesanas repartidas en distintos puntos de la geografía española, mantengo mi convencimiento de que Es Neu, el obrador de helados de Rubén Álvarez en Novelda (Alicante), ocupa sin duda el podio nacional. Helados de diez, elegantísimos, con pocos ingredientes, pero espectaculares: mantequilla-flor de sal; avellana del Piamonte; café de especialidad Nariño; pistacho de Bronte… su catálogo es una locura. El único inconveniente que tienen los helados de esta marca es que no es fácil llegar a ellos. No hay tiendas físicas, el consumidor particular solo puede adquirirlos a través de su web y además son ediciones limitadas.

Si de lo que hablamos es de cadenas de heladerías a pie de calle, este ha sido un gran año para Véneta Gelato Italiano, laureada como la Mejor Heladería de España, según el Gelato Festival World Ranking. En estos momentos cuentan con una tienda en Madrid y varias en Valencia. Nos acercamos a probar varios de sus helados estrella y la verdad es que están buenísimos. Probamos varios y el que más nos gustó no fue de hecho el más popular -el de tarta de la abuela-, sino uno que llaman Sicily Orange Sunrise y que lleva naranja roja de Sicilia, menta y un toque de cardamomo. Super refrescante y diferente.

Helado de pistacho de Véneta.

Pero nuestro gran descubrimiento heladero del verano no tiene ADN italiano, sino gallego. Hablamos de los helados de vacas “felices” Bico de Xeado, una marca impulsada en 2015 por las granjas que conforman la Cooperativa Agraria Provincial de A Coruña. Son helados con sabores limpios y texturas super cremosas que se consiguen sin necesidad de añadir nata porque la leche que utilizan, recién ordeñada y procedente de pequeñas granjas de proximidad, tiene un alto contenido de proteína y materia grasa de manera natural.

Todos los helados de la marca gallega se elaboran con materias primas frescas y sin aditivos.

Además de ser una referencia nacional en helados aptos para celíacos, nos gustan porque cumple otras de las premisas que comentábamos al inicio: materias primas naturales y ningún aditivo artificial. Se nota sobre todo en helados como el de coco, fresa o maracuyá, que saben a fruta fresca y mantienen incluso algunas trazas de fibra. Ojo también con los de dulce de leche, caramelo salado, arroz con leche, café de pota o el de crema de orujo.

Helado de tarta de Santiago de Bico de Xeado.

Luego están los sabores cápsula (ediciones limitadas y hasta fin de existencias) que lanzan en determinados momentos del año. Por ejemplo, por el Día de Galicia idearon un helado con sabor a "tarta de Santiago" (con mucha almendra, imagino) y por San Juan sacaron el sabor de "queimada".

En Galicia, donde obviamente son más conocidos, es raro no tener que hacer cola para hacerte con uno de sus helados, pero nos cuentan que Bico de Xeado tiene planes para expandirse por España. En estos momentos tienen 30 establecimientos en ciudades como Madrid, Salamanca, Vitoria, Santander, Málaga, Murcia o Sevilla, aunque toda la elaboración se continúa realizando en el mismo obrador de Bergondo (A Coruña). Crucemos los dedos para que el crecimiento no comprometa nunca su calidad. Porque están de miedo.

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