Dicen que el restaurante madrileño Haches, que lleva un año de rodaje en el barrio de Salamanca, no cierra jamás. Y si bien es cierto que no van a atenderte a las 4 de la mañana, es uno de los pocos locales de Madrid en el que sirven desayunos, comidas, cenas y, por la noche, preparan cócteles. Y, encima, abre de lunes a domingo.
La apuesta de los empresarios Javier Ungría y Marcos Diéguez es ofrecer durante todo el día una carta no muy extensa, pero con productos de calidad, que pueden disfrutarse en mesa o en barra, como parte de un aperitivo o en una cena como Dios manda.
Y lo mejor de todo es que la comida no está nada, pero que nada mal. El responsable de ello es el jefe de cocina Carlos Aceves, discípulo del maestro Luis Irizar y que ha pasado por fogones como los de Arzak, Espai Sucre o la cadena francesa Relais Chateaux.
Aceves apuesta por una cocina de producto e influencia gallega, tirando a clásica, pero con algunos platos que sorprenden. Es el caso de las pipas HH, uno de los éxitos del local: unas pequeñas gambas fritas, al estilo andaluz, con un punto picante, que se comen de un bocado. Estas bien pueden tomar en barra con una copa de vino o servir de entrante a una comida más copiosa.
También estaba muy logradas las alcachofas confitadas de temporada y los chipirones a la plancha en ali oli de ajo negro y toque de miel, otro de los platos que más se despachan.
Sorprendente steak tartar
Aunque Haches abrió con la etiqueta de “marisquería” –y tiene una completa selección de crustáceos–, quizás su plato estrella es el steak tartar. Cortado a cuchillo al momento (como debe ser), se sirve aliñado con una salsa de kimchi coreano, que le da un excelente punto picante, y queso manchego, una mezcla que podría resultar peregrina, pero funciona estupendamente.
Probamos también, fuera de carta, unas mollejas de ternera con cebolletas asadas y una salsa de habanero con ajo, bastante más suave de lo que podría parecer. Uno de los platos que puedes encontrarte por sorpresa en cualquier visita.
Aunque no le hincamos el diente, el restaurante sirve también un buen ceviche de corvina y un pulpo a la brasa que, aseguran, es otra de sus especialidades.
Postres, desayunos y cócteles
El restaurante cuenta también con una buena selección de postres, no en vano Aceves pasó por Espai Sucre, el primer restaurante especializado en dulces de España. Destaca la torrija HH, una revisión de la ultraclásica torrija de Michel Guérard, elaborada al horno y con cobertura de caramelo.
Como comentábamos, una de las principales características de Haches es su amplio horario. A partir de las 8 de la mañana se sirven desayunos y brunch, en los que se puede optar por las clásicas barritas, pero también una gran tortilla de patata, yogueres o smoothies. La cocina está abierta sin interrupción y también hay una extensa carta de cócteles, entre la que destaca el Bloody Mary, otra de las especialidades de la casa.
Hay que destacar que teniendo en cuenta la calidad del producto y la ubicación de local, en una zona en la que es difícil no llevarse una clavada, el precio es sorprendentemente comedido. En Haches se puede comer bien por unos 30 euros, con buenos vinos por menos de 20 euros, pero además se pueden probar las especialidades a modo de tapeo en la barra.
Lo peor: tienen dos turnos en las cenas.
Lo mejor: el local es muy agradable, la comida está bien y los precios son razonables. Abre lunes y domingos.
Datos prácticos
Dónde: Calle de Jose Ortega y Gasset, 79 (Madrid)
Precio medio: En torno a 30 euros.
Reservas: 910 51 01 82.
Abre todos los días.
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