La cita era ineludible y eso que llevo enfermo desde el jueves pasado y parece que cuando estoy mejor de la garganta empieza la sinusitis y cuando la sinusitis deja de hacer de las suyas empieza una afonía increíble. A pesar de esto acudí a la cita de un buen amigo 2.0 (@Daniel_cebolla) en Casa Jacinto una tradicional taberna taurina madrileña.
Yo siempre he dicho que no hay mejor para conocer un sitio de tu propia ciudad que venga alguien de fuera a enseñártelo. Así que esta vez no podía ser menos, un buen maño como es él me ha enseñado un pequeño restaurante de Madrid que hay que tener en cuenta a la hora de pensar en un sitio dónde comer bien.
Decoración taurina, comida tradicional, excelente materia prima
Si algo tengo que destacar de Casa Jacinto es probablemente su decoración taurina además de un estilo madrileño clásico reconocible por sus muchos detalles, fachada, iluminación, cuadros, paredes de azulejo blanco hasta la mitad, colores cálidos, te hace sentir seguro de que lo que hay dentro es bueno.
Otro aspecto a destacar es la comida, por supuesto es una carta bien castiza y con una materia prima excelente. Casi pedimos cocido, entre semana tiene que ser de encargo, pero finalmente nos dejamos llevar por los consejos de Jacinto y por supuesto bien acertados.
Empezamos por los entrantes. Varios para compartir (entre varios). Llegaron a la mesa unos estupendos callos, muy tiernos, bien preparados (hacía siglos que no los comía). Una setas con almejas, no sé que tenía la salsa pero estaba increíble y por último un paté servido con compota de manzana, aunque más parecía mermelada, muy rico.
Continuamos por su plato estrella, nos comentó que era el buey servido para preparar en mesa sobre unos platos de barro calientes. La verdad que no hace falta mucho para saber que a mí esto me gusta mucho. El buey venía marcado y loncheado de cocina.
De postre como los entrantes. Pedimos varios para compartir. La tarta de manzana que no probé, un clásico en los restaurantes madrileños (y que cada uno sirve de una forma). Un helado de turrón muy rico, y la leche frita servida de forma muy original con un frito muy fino y un toque de anís.
Pocas veces me acuerdo del nombre de los camareros. Es un defecto, realmente me acuerdo del nombre de muy poca gente, pero el de Javier no se me olvidará nunca. Si nada de lo que os he contado os ha convencido para comer allí sin duda alguna el que os sirva la mesa Javier debe ser un antes y un después (siempre que vayáis dispuestos a interactuar con él). Simpático, gracioso, diligente y sobre todo buenos consejos a la hora de pedir la comida.
Con deciros que entramos a las 14.00 horas y salimos a las 18.00 os podéis imaginar la buena tertulia que tuvimos antes y después. Sin duda alguna las tabernas y cafés madrileños son muy dados a dar buenos momentos acompañados de buenas comidas. ¡Qué gran comida!
Casa Jacinto
Taberna tradicional madrileña Precio 30/40 euros persona C/ Reloj 20 Madrid + 34 91 542 67 25
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