César Peña creó la mejor hamburguesa de España, pero sus socios le han borrado del mapa: “Me la clavaron por la espalda”

Domingo 9 de marzo. Se celebra en Galicia II Campeonato de España de Hamburguesas. El cocinero César Peña acude con sus socios Javier Alfonso y Carlos Arias, dueños del restaurante madrileño Junk Burger, a la final con su propia plancha. No se fía de las que facilita la organización. Cocina la smash burger que lleva perfeccionando durante años en su casa y gana. Una semana después, está fuera del proyecto.

Aunque, como se ve en la web del campeonato, el premio de la mejor hamburguesa corresponde a "Junk by @doblecheeseburgerx2" –la marca de Cesar Peña en redes sociales– su participación en el premio va desapareciendo de todos los medios. Tras el concurso, durante todo lo que llevamos de 2022, se firman artículos con titulares como “Javier Alfonso y Carlos Arias, fundadores de Junk Burger, cuentan cómo crearon la “burger” con la que han ganado el Campeonato de España de Hamburguesas” (aquí) o “La premiada 'burger smash' con la que triunfan dos veinteañeros” (aquí), por citar dos ejemplos.

Tampoco en DAP hablamos de Peña en nuestra noticia sobre el premio. En todos los reportajes Arias y Alfonso ignoran su participación, no aparece ni en la historia de su página web, donde aseguran que sus smash burger eran famosas antes siquiera de presentarse al concurso. Aunque no pueden borrarle de las fotos, porque sale en todas, Peña ni siquiera aparece en su relato del concurso.

Pese a que todas las crónicas firmadas desde Galicia confirman que fue Peña el que cocinó y presentó la hamburguesa, a todos los efectos, la hamburguesa ha sido una creación de dos jóvenes emprendedores que trajeron a España un formato de moda en Estados Unidos.

¿Emprendimiento o aprovechamiento?

Charlamos con Javier Alfonso a finales de abril tras conseguir sitio para comer en Junk Burger. Después de ganar el premio hay que reservar con semanas de antelación: está lleno por completo. Nos cuenta la historia que ha compartido con todos los medios.

Alfonso descubrió las smash burger en un viaje a Nueva York. “Me dedicaba a llevar discotecas en Madrid, quería salir de la noche y montar lo que es más hostelería”, explica a DAP. “Estuve un tiempo en Nueva York buscando un modelo de negocio de algún tipo de comida”.

Allí descubrió este estilo de hamburguesa, súper popular en EEUU, pero apenas conocido en España: una técnica que consiste en formar los discos de carne picada aplastando esta directamente en la plancha.

Cuando volvió a España, llamó a un amigo y le convenció para abrir un restaurante. “Nos tiramos a la piscina sin tener ni idea, ni de hostelería, ni de gestionar empleados”, reconoce Alfonso. “De nada. Teníamos una idea y muchas ganas”. También algo de dinero, claro. “Mi amigo pidió un préstamo y yo tenía dinero ahorrado de la noche”, apunta Alfonso.

El restaurante no pudo inaugurarse en peor momento: febrero de 2019. Pasado un año estalló la pandemia. Alfonso y su socio aguantaron gracias a que tenían una de las pocas terrazas de la calle (José Abascal) y a que se hartaron a poner copas; pero por el camino, reconoce en nuestra primera conversación, no se preocuparon demasiado en cuidar su hamburguesa.

Fue a finales del pasado año cuando Alfonso decidió escribir a Cesar Peña, pues había visto en su Instagram lo bien que hacía las hamburguesas: “Un día a las 3 de la madrugada decidí escribir a este influencer porque me gustaba lo que hacía. Le dejé mi teléfono y al día siguiente me llamó y me dijo 'oye, es el campeonato de España. ¿Qué te parece si nos apuntamos que yo no me puedo apuntar porque no tengo restaurante?' Y cojonudo. Nos pusimos a trabajar juntos”.

@directopaladar ¿Con quién la probarías? 👀 #tiktokfood #hamburguesa #comida #parati #restaurant ♬ Jazz Food Cooking - Playdays2021

Si te he visto no me acuerdo

Hasta aquí las historias de Peña y los propietarios de Junk Burger coinciden. Él necesitaba un restaurante para presentarse al premio, que además pagara la inscripción, y ellos un cocinero que mejorara sus hamburguesas.

Pero lo que Alfonso define como un “asesoramiento”, un trabajo de “perfeccionamiento” de sus hamburguesas, para Peña fue algo muy distinto: aunque conservó su trabajo de día en la cocina de un hospital, por la noche se iba al restaurante para oficiar de facto como chef ejecutivo, cambiando provedores, diseñando una nueva carta y formando a los cocineros.

Al cocinero le ofende que en Junk Burger cuenten que ya hacían buenas hamburguesas antes de que él les asesorara, pues en su opinión ni siquiera estaban haciendo auténticas smash burger: “Nos presentamos en el restaurante para probar la mierda de comida que hacían, que no valía ni para tomar por culo. Nos ponen una hamburguesa con un pan de Europastry, el que tienen la mitad de los restaurantes de España, una carne en discos ya prensados, el peor beicon de España y un queso cheddar de la peor marca. Que no te cuenten milongas. No tenían ni salsa para la hamburguesa. Me metí en la cocina a hacer esa hamburguesa y cambié un garito de gente pija borracha en un restaurante”.

Tras ganar el premio, Peña asegura que tuvo que convencer a sus socios para cerrar el restaurante: “Les obligué a cerrar tres días porque había que hacer contrataciones, gestión de personal, gestión de cocina, porque no estaba preparado para lo que les venía. Me lo trabajé mucho para llegar a ese punto y duré cuatro días porque me la clavaron por la espalda”.

Alfonso asegura a DAP que durante esa semana Peña se fue de vacaciones, ellos organizaron todo y, además, le hicieron una oferta de trabajo: “En principio nos dijo que sí y cuando volvimos después de haber ganado la primera semana estuvimos viendo a ver si llegábamos a un acuerdo y nos dijo que quería emprender por su cuenta, que había llegado el momento. Nos dimos la mano y cada uno por su lado. Entendible al 100% para nosotros, que le íbamos a decir”.

Peña cuenta que, más que darse la mano, casi llegan a las manos. Había firmado un acuerdo privado, al que ha tenido acceso DAP, en el que la empresa reconocía su participación en el diseño de la hamburguesa ganadora del campeonato de España, se comprometía a contratarle como director de operaciones, así como a otorgarle el derecho a participar en posibles ampliaciones de capital. Pero, durante la semana en que estuvieron cerrados, el nombre de Peña empezó a desaparecer en las entrevistas que concedían Alfonso y Arias, no le pusieron en las camisetas que se hicieron para celebrar el concurso y, en definitiva, se sintió ninguneado. Tras decidir romper con ellos, se enteró de que habían estado firmando la apertura de cocinas fantasmas a sus espaldas. “Me enteré a los dos días porque me lo contaron los proveedores”, explica.

“Que yo sepa Junk Burger tiene dos socios, Carlos y yo, y podemos decidir qué abrimos cómo queramos”, explica Alfonso a DAP en una segunda conversación, tras conocer la opinión de Peña. “La hamburguesa la hemos creado nosotros, porque si contratas a alguien para mejorar el producto se queda en la empresa. Podríamos haberlo hecho por nuestra cuenta. No sé si habríamos ganado, a lo mejor sí. Desde el día en que se fue César hemos vendido muchas hamburguesas y han salido igual o mejor. Lo que me molesta es que nos intente poner verdes cuando lo único que hemos hecho es intentar crecer como marca. Ahora tenemos otro jefe de cocina que es 100 veces mejor, por así decirlo, porque César sabía hacer una hamburguesa, pero no llevar una cocina como tal”.

La mejor hamburguesa de España se divide en dos

Peña asegura que lo ha pasado muy mal con todo este asunto: “No pude celebrar las cosas porque tenía ansiedad, sentía que me habían robado todo lo que había creado. Me da igual que cuenten que son las personas modelo en Sotogrande, en Marbella, pero chico la realidad es que gracias a mi ganaron el campeonato de España. Gracias a ellos, también, que pusieron el local, pero yo fui el que cociné la hamburguesa. Me han dejado por los suelos”.

Aunque Junk Burger se sigue promocionando como la mejor hamburguesa de España, César Peña conserva el premio en sus manos, la peineta y la placa que se otorgan al ganador del concurso y que, asegura, va a lucir en su nuevo restaurante, Cesar´s Burgers, que acaba de abrir sus puertas en el madrileño barrio de Chueca (C/ San Lucas, 11) –con la ayuda en la reforma del local de la marca 1906 de Estrella Galicia, que es el patrociniador oficial del Campeonato de España de Hamburguesas–. Esto no ha gustado nada en Junk Burger. Alfonso insiste en que el premio es del restaurante y, asegura, están muy cerca de emprender acciones legales contra su antiguo socio si sigue promociando sus hamburguesas como las mejores de España.

“César tuvo su parte de mérito, era su trabajo, está claro, no se lo he quitado nunca, yo estoy agradecido, pero me jode que hable mal de nosotros”, concluye Alfonso. “Es que te recuerdo que me bloqueaste a los dos días de salir de Junk Burger sin cogerme el teléfono. ¿Qué pretende? ¿Me ignora y cuando me entrevistan tengo que decir que estamos aquí gracias a él? No es verdad que sea su mérito, aunque es lo que le gustaría que dijéramos. Al final es un cocinero que cree que todo gira en torno a su persona y nosotros somos una empresa a la que estas cosas nos dan igual, nosotros queremos abrir cuanto más pronto en toda España y que todas las hamburguesas de las 12 del mediodía a las 12 de la madrugada salgan exactamente iguales. Esta es nuestra visión como empresa. Desde el día en que se fue César hemos vendido muchas hambugesas y han salido igual o mejor. Eso es lo importante”.

Y las hamburguesas ¿qué tal?

Dado que tanto en Junk Burger como en el nuevo Cesar´s Burgers se utiliza la misma técnica y los mismos productos –vaca rubia gallega con gran porcentaje de grasa, beicon ahumado en la sierra madrileña y queso cheddar americano– estamos ante dos hamburguesas muy parecidas. Las dos están ricas. Pero hay sutiles diferencias.

La de Junk Burger no conserva la salsa con la que ganó el concurso, pues era una receta secreta de Peña que nunca compartió. El cocinero, además, ha cambiado el pan de la hamburguesa, que en Junk Burger sigue siendo de Juanito Baker. Un buen pan, asegura Peña, pero que ya tienen muchos restaurantes. Ahora utiliza uno horneado en exclusiva para él por un panadero de San Sebastián de los Reyes.

Su hamburguesa cuesta 12,50 euros, frente a los 13,90 que cuesta la de Junk Burger. Y después de probar las dos tenemos que decir que aunque la de Junk Burger está buena, la de Peña, al menos en nuestra visita, nos pareció mejor, pues combina texturas crujientes con un interior más jugoso que desaparece en la propuesta de Junk Burger donde la carne, parece, se aplasta demasiado. Pero esto último tendrán que juzgarlo los clientes.

GRUPO BRÁVOLA S.L., titular de la marca Junk Burguer, ha ejercido el derecho de rectificación para manifestar que:

• Que el Sr. Peña y los Ser. Alfonso y Arias nunca fueron socios ni formaron ni han parte de ninguna sociedad en común.
• Que JUNK BURGUER a través de la sociedad Grupo Bravola S.L. contrató los servicios de consultoria gastronómica del Sr. Peña para el diseño de una hamburguesa con la que mejorar la carta del restaurante Junk Burguer.
• Que Grupo Bravola liquidó económicamente los estipendios económicos del Sr. Peña por la prestación de esa consultoría gastronómica.
• Que la decisión de contratar al Sr. Peña fue de los responsables de mi representada.
• Que la decisión de llevar al concurso de la mejor hamburguesa de España fue decisión unilateral de los responsables del Grupo Bravola S.L.
• Que la titularidad de la mejor hamburguesa de España es del restaurante Junk Burguer.

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