Con 231.000 casos confirmados y más de 23.000 fallecidos, la ciudad de Nueva York ha sido una de las urbes más afectadas por el coronavirus. El confinamiento impuesto por el Gobierno del estado ha sido, lógicamente, uno de los más duros de Estados Unidos. Y, como ha ocurrido en todo el mundo, la hostelería se ha llevado la peor parte.
Nueva York cuenta con más de 25.000 bares y restaurantes, que han tenido que reinventar sus negocios. Tras un primer intento de reapertura, la ciudad sufrió un importante rebote que llevó al alcalde Bill de Blasio a prohibir el acceso a los salones interiores de los establecimientos, que siguen cerrados hoy en día.
Para compensar este cierre, de Blasió presentó el plan Open Restaurants, que permite a bares y restaurantes ocupar la acera adyacente a sus negocios para instalar terrazas. Así mismo, el programa permite a asociaciones de empresarios presentar programas conjuntos para instalar terrazas comunitarias en calles cerradas el tráfico.
Un paraíso para los gastrónomos
La iniciativa, que comenzó a finales de junio, ha sido un éxito. En poco más de un mes se han apuntado al programa 9.000 restaurantes y se ha aprobado el cierre al tráfico de 62 calles de toda la ciudad durante el fin de semana. Según datos del ayuntamiento, la iniciativa ha permitido preservar 80.000 puestos de trabajo, lo que ha llevado a De Blasio a anunciar que el programa se repetirá el verano que viene, haya o no vacuna.
“Vamos a hacer esto de nuevo el próximo año”, ha asegurado el alcalde, que ha dado incluso una fecha para reanudar el programa: 1 de junio de 2021. Incluso antes, ha apostillado, “con suerte en condiciones mucho, mucho mejores”.
Este año las terrazas permanecerán abiertas hasta el 31 de octubre, una fecha extremadamente tardía teniendo en cuenta que a esas alturas del año la temperatura media en la ciudad es de 14 grados centígrados.
Aunque la pandemia no puede ser vista más que como un drama para la hostelería, no hay mal que por bien no venga: la instalación de terrazas comunitarias permite por vez primera disfrutar al mismo tiempo de algunos de los mejores restaurantes de Nueva York.
Como apunta en The New York Times el crítico gastronómico estrella de la ciudad, Pete Wells, el cierre al tráfico de Mott Street, en pleno Chinatown, ha revivido una de las escenas culinarias más afectadas por la pandemia. Y en las próximas semanas abrirán espacios similares en Queens, donde se encuentran los mejores restaurantes indios, nepalíes y bangladesíes de la ciudad.
Imágenes | Gtres/JumpStory
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