Con las cerezas y las picotas, además de comérnoslas una detrás de otra sin parar, podemos preparar un sinfín de recetas. Eso es algo que queda patente en las IX Jornadas Gastronómicas de la Cereza Picota del Valle del Jerte, unas jornadas en las que podemos disfrutar de menús basados en esta dulce fruta en varios restaurantes de la zona.
En nuestro viaje para conocer cómo se cultivan, recogen y clasifican las cerezas, tuvimos la oportunidad de comer en dos de los restaurantes participantes -la Garza Real y Pico Negro- disfrutando de los menús en los que la cereza es la protagonista, y que ofrecerán hasta el 20 de julio.
Restaurante Garza Real
Nuestra primera visita es al restaurante Garza Real, ubicado en Valdastillas, en pleno corazón del valle del Jerte, y que además de restaurante, es también una acogedora casa rural. Su cocina es una mezcla de innovación y tradición, donde prima la calidad del producto, en este caso la cereza de la zona, lógicamente.
Empezamos el aperitivo con un cocktail de cerezas que estaba delicioso, pero al que le faltaba un toque de alcohol -tendré que pobrarlo en casa con vodka o ginebra-- para después pasar a un delicioso gazpacho de cerezas y tomate con aceite de hierbabuena. Realmente espectacular.
Siguieron la comitiva unas delicias de salmón sobre cama de cerezas salteadas, que realmente aportaban algo diferente al salmón, normalmente demasiado insípido para mi gusto desde que son de piscifactoría. Por último, una terrina de cochinillo asado con foie y salsita de picotas del Jerte que fue quizás lo más flojo de la velada, ya que el cochinillo no acababa de deshacerse en el paladar.
De postre pudimos degustar un sushi dulce de cerezas con coulis de kiwi que era un pelí demasiado para lo mucho que habíamos comido, pero que estaba buenísimo, como también lo estaba el café de cerezas con el que pusimos el broche a nuestra visita al restaurante Garza Real.
Restaurante Pico Negro
El restaurante Pico Negro está situado en el Hotel Balneario Valle del Jerte, un pequeño remanso de paz en el que, además de comer, pudimos disfrutar de un pequeño tratamiento de cerezaterapia (no, no consiste en comerse una cesta entera de cerezas, sino en un masaje con cremas exfoliantes de cereza) lo cual probablemente hizo la comida nos sentara mejor todavía.
El menú comienza con una tosta de carpaccio de trucha con piperada de cereza, algo realmente exquisito. También nos sirvieron una ensalada hurdana de la casa, una reinterpretación de la ensalada de naranja típica de la zona que es realmente refrescante, y que tiene un punto picante de ajo.
Entrando un poco más en acción, pasamos a degustar unas migas pico negro, también un clásico de la región, para luego disfrutar de una delicada corvina con romesco de cereza y una hamburguesa de presa ibérica con tandoori de picota, que fue una pequeña decepción para, ya que me encanta la presa ibérica, pero en hamburguesa era un poco como traicionar su sabor.
De postre, un hojaldre de piña con sorbete de cereza y chocolate, vela de chocolate y cerezas bañadas en chocolate, todo sublime, como también lo estaba el pequeño mojito de cereza con el que acababa este menú degustación con cerezas en el Restaurante Pico Negro.
Si os han gustado estos menús, aún estáis a tiempo de reservar mesa en alguno de ellos, o cualquiera de los nueve restaurantes del valle del Jerte que participan en las IX Jornadas Gastronómicas de la Cereza Picota. Los precios van desde los 23 euros por persona del más barato hasta los 48 euros del más caro.
Más información | IX Jornadas Gastronómicas de la Cereza Picota
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