Gastroguía de Toledo: qué comer en la ciudad imperial (y qué restaurantes no debes perderte)

Conocida como “La ciudad imperial” por haber albergado la corte de Carlos I de España (V de Alemania), Toledo es hoy una de las ciudades más turísticas de España, con un impresionante caso histórico que fue declarado Patrimonio de la Humanidad ya en 1986.

Casi un millón de turistas pernoctan todos los años en Toledo y sus angostas calles parecen diseñadas para ellos: es imposible transitar 100 metros sin encontrar una tienda de espadas, mazapanes o productos típicos, muchos creados ex profeso para los turistas. Lo mismo ocurre con la restauración: el “menú regional” puede conquistar a un guiri, pero ¿queda algo verdaderamente auténtico en la ciudad?

Los 5 platos más típicos de la gastronomía toledana

Lo cierto es que Toledo tiene una gran tradición culinaria, producto de su enorme mezcla de culturas. Fue allí donde se publicó, de hecho, el primer tratado de cocina en lengua castellana, El libro de Guisados de Ruperto de Nola, en 1529; y donde se elaboró el primer manual de repostería en nuestra lengua: Los quatro libros del arte de la confitería, publicado en 1592 y escrito por Miguel de Baeza.

Hoy, afortunadamente, la cocina tiene poco que ver con la que se preparaba en el siglo XVI, pero Toledo preserva una serie de platos tradicionales que es obligado probar si se está de visita.

1. Perdiz estofada

La cocina de Toledo está fuertemente influenciada por su entorno, que no es otro que unos montes con una enorme tradición cinegética. Es por ello por lo que en sus restaurantes encontramos platos de caza de todo tipo –como la perdiz escabechada, el conejo al ajillo o el gazpacho manchego–, pero de entre todos sobresale la perdiz estofada, uno de los platos más populares de la cocina toledana.

Esta perdiz se prepara en un guiso con ajo, cebolla, laurel, vinagre y hierbas aromáticas como el azafrán o el tomillo. Se sirve muy caliente. Se conoce también como “perdigones”, pues al ser un plato de caza puedes encontrarte estos mientras lo disfrutas.

2. Carcamusas

Uno de los platos más típicos de Toledo que apenas se encuentra cruzado el Tajo. Se trata de un guiso de carne de magro de cerdo con tomate y verduras, principalmente guisantes, que recuerda mucho al magro con tomate andaluz, pero con un toque ligeramente picante.

Se sirve en tapa o raciones en la mayor parte de los bares de Toledo, aunque el más famoso es el que se prepara en el Bar Ludeña, donde cuentan además que surgió el nombre del plato, pues sus clientes eran personas mayores “carcas” y mujeres jóvenes “musas”.

3. Cochifrito

El cochifrito es un plato típico de la cocina castellana que aunque debe su nombre a que se preparaba con cochinillo, también se encuentra muchas veces con cabrito o cordero. Se trata, sencillamente, de una de estas carnes cortada en dados, guisada a medias y, después, frito en aceite con ajo.

4. Arroz a la toledana

Este arroz típicamente toledano, inexistente en otros lugares, se elabora en cazuela con pollo, congrio, calamares, setas y manteca de cerdo. Es un tipo de arroz caldoso que nada tiene que ver con la paella: ojo con llamarlo así que puedes provocar un infarto a cualquier valenciano.

5. Mazapán

La primera referencia escrita de este producto se remonta al año 1512 y, según Clemente Palencia Flores, antiguo archivero municipal de Toledo, resulta verosímil que el mazapán fuera inventado en el convento de San Clemente de Toledo tras la batalla de las Navas de Tolosa, en 1212.

En realidad, lo más probable es que el mazapán sea un dulce de origen árabe que se hizo muy popular en la ciudad, único sitio en el que hoy en día se sigue vendiendo y consumiendo fuera de las fechas navideñas.

Si queremos probar el que es considerado el mejor mazapán del mundo es de visita obligada el obrador Santo Tomé, en el centro histórico de la ciudad (Calle Santo Tome, 3).

Bares de raciones y tapas

Si se quiere comer mejor por menos, conviene salirse del recorrido turístico establecido. En los bares de Toledo se acostumbra a poner tapa con la consumición y si quieres probar de todo y no acabar por los suelos puedes pedir una “pochola”, el corto o zurito en versión toledana, que siguen sirviendo en algunos bares.

En Toledo se puede comer de lujo de raciones si apostamos por los bares recomendados por la parroquia local. Y estos son sus establecimientos favoritos.

Bar Ludeña

Si preguntas a un toledano por un sitio para tomar unas raciones seguro te hablará del Bar Ludeña, una institución de la ciudad, por la que parece que no ha pasado el tiempo. Siempre hasta arriba de clientela tomando botellines (muy fríos), lo típico aquí son las carcamusas (ración a 8 euros), que como decíamos fueron un invento suyo.

Otras especialidades son la tortilla de patata, que se acompaña de la misma salsa de tomate que las carcamusas, la perdiz a la toledana, el estofado de ciervo, el asadillo o el lomo de orza. Tienen también menú del día, pero no es nada del otro jueves.

Plaza Magdalena, 10

Bar Skala

Un bar de barrio muy popular entre los locales, perfecto para lo que viene ser tomar unas cañas. Los bocatas son buenos (con pan de verdad), hay boquerones en vinagre caseros, “polvorones” –huevos con bechamel–, “jamusinos” –una especie de San Jacobo casero–, una excelente tortilla de patata y unas raciones de champiñones que son toda una institución (mucha gente en Toledo lo conoce de hecho como ‘El champi’).

Cuesta de la Sal, 5

Casa Antonio

Junto a la que se conoce en Toledo como plaza de la bellota se encuentra este bar de raciones, con un económico menú del día de comida casera. Especializado en casquería, es el único bar que sigue preparando bazo de ternera, una tapa clásica de Toledo que está hoy al borde de la extinción. También es recomendable el venado estofado, los higadillos de pollo o la sangre.

Pl. Colegio Infantes, 6

El Trébol

Esta cervecería, ubicada dentro de una antigua alcazaba islámica, cuenta con vestigios arqueológicos de la ocupación romana. Y, además, unas tapas súper conocidas en Toledo. Hablamos en concreto de la bomba –una patata rellena de carne, pimientos, salsa ali-oli y tomate picante– (3,80 euros) y la pulga –un minibocata de lomo, pimientos, jamón y salsa de pimienta–.

Calle de Santa Fe, 1

Cantharellus Korokke

El más moderno de los bares de esta guía se ha hecho muy conocido en unos pocos años por sus croquetas de multitud de sabores como chipirones en su tinta, berenjena, pincho moruno o manitas de cerdo.

Plaza Capuchinas, 2

Restaurantes dónde comer bien y barato

Recorrer Toledo es una paliza: todo son cuestas. Por eso no está de más buscar un lugar donde sentarse a comer y relajarse. Aconsejamos, en general, huir de la multitud de menús turísticos que, aunque alimentar alimentan, suelen dejar bastante que desear. Estos locales, de un precio medio entre 20 y 30 euros ofrecen mucho más por muy poca diferencia.

Escuela de hostelería de Toledo

Curiosamente, el restaurante de Toledo mejor valorado en Tripadvisor es el que abre la escuela de hostelería de la ciudad de octubre a junio para que sus estudiantes hagan prácticas. Oferta un menú gastronómico único de 12 platos salados y 4 dulces por 25 euros que recibe críticas unánimes sobre su excelente relación calidad-precio. Imprescindible reservar con bastante antelación.

Avda. de Castilla-La Mancha, 30

Colección Catedral

Gastrobar del chef Adolfo Muñoz, donde muestra la cocina que ha hecho famoso a su restaurante Adolfo en un ambiente más informal (y a menor precio). Tiene una carta corta y un menú de 16,50 euros compuesto por tapas tradicionales y modernas.

Calle Nuncio Viejo, 1

Clandestina de las Tendillas

Cocina de mercado en un restaurante muy agradable, con barra, varios salones y una gran terraza en verano ubicada en un patio interior. En la carta encontramos platos tradicionales como carrilleras, mollejas, albóndigas de ciervo o callos, pero también especialidades internacionales como raviolis de pasta fresca, magret de pato o tataki de atún. Se puede comer (bien) por entre 20 y 30 euros.

Calle Tendillas, 3.

Venta de aires

Este restaurante es el más antiguo de toda Castilla-La Mancha. Cuando abrió en 1891, estaba situado en las afueras de la ciudad. Hoy está a las puertas del casco antiguo. Popular establecimiento para celebrar bodas y comuniones, su cocina sigue siendo una institución de la ciudad y dispone de opciones para todos los bolsillos, como un menú del día de 22 euros y uno de “degustación”, que incluye su famosísima perdiz estofada, por 27 euros.

Paseo Circo Romano, 35

Restaurantes de precio alto

También en Toledo hay espacio para restaurantes de alta cocina que bien merece una visita. Son estos:

La Orza

Restaurante de aire rústico, en plena judería toledana, que ofrece una cocina tradicional actualizada. Son especialidades de la casa el lomo de orza con semifrío de queso parmesano y praliné de piñones, la perdiz deshuesada al estilo toledano sobre arroz caldoso o el brownie de rabo de toro. El precio medio ronda los 40/50 euros.

Calle de Descalzos, 5

Hierbabuena

Ubicado en la circunvalación del casco histórico, con vistas al Tajo, este restaurante ofrece cocina regional e internacional de calidad, a un precio medio que no suele superar los 50 euros. Entre semana tiene menú del día y, siempre, un menú degustación de 47 euros que incluye especialidades como las zamburiñas gratinadas con alioli de azafrán sobre coca de verduritas o los tacos de carrilleras con un toque asiático.

Ctra. Circunvalación, 1

Adolfo

Quizás el restaurante más conocido de Toledo, repartido entre dos antiguas casas del centro histórico, que destacan por su elegante interior y su patio-comedor del s. XII. Su cocina es obra de Adolfo Muñoz, conocido chef que atesora 38 años de oficio. Destacan su famosa perdiz roja de Toledo, con seis aromas y texturas y el lechón confitado a baja temperatura en su jugo. Planea gastar en torno a 70 euros.

Calle Hombre de Palo, 7

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Desayuno y brunch en Toledo

La ciudad está plagada de cafeterías donde poder disfrutar del típico desayuno, tostada o bollería y zumo por en torno a 2,5 y 3 euros, pero si buscas algo más especial los locales recomiendan apostar por el pincho de tortilla de la cafetería Yogui (Plaza Santiago de los Caballeros, 3), acompañado de un buen café espumoso; y El Nuevo Almacén (Calle Nueva, 7), popular bar entre los toledanos que trabajan en el Casco, que ofrece un gran surtido de tortillas rellenas.

Si lo tuyo es el brunch en Toledo no hay demasiadas opciones, el Café del fin (Calle Taller del Moro, 1), ofrece un completo desayuno proteico con café o infusión, zumo de naranja natural, croissant o similar, huevo cocido y tostada de pan payés con aceite. También tienes la opción de darte un homenaje en el Parador de Toledo (Cerro del Emperador, s/n) y disfrutar de su famoso buffet libre de desayuno que te permite estar alimentado una semana.

Imágenes | iStock/Boris Kasimov/Venta de Aires/Niko Kaptur
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