La increíble playa de la Costa Brava que puso de moda Ava Gardner entre los actores de Hollywood

Tossa de Mar es uno de los pueblos más bonitos de la Costa Brava. Y tiene unas playas increíbles

Cala Giverola
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Ubicado en la provincia de Girona, a poco más de una hora en coche desde Barcelona, Tossa de Mar es una de las localidades más especiales de la Costa Brava.

Este pequeño pueblo pesquero, dominado por un castillo levantado entre los siglos XII y XIV para defender a la población de las invasiones piratas, era, como muchos otros enclaves de la Costa Brava, un lugar tranquilo y alejado del mundo.

Ya en los años 30 del pasado siglo, el pintor Marc Chagall la bautizó con el nombre de "paraíso azul" tras una estancia veraniega, pero no fue hasta los años 50 cuando la localidad empezó a darse a conocer como un lugar precioso, pero salvaje, entre la élite de Hollywood.

La culpa fue de Ava Gardner, que rodó en la localidad la película Pandora y el holandés errante, y dio el pistoletazo de salida al boom turístico en el municipio que, desde entonces, se ha volcado en el sector, en detrimento de la pesca, que ya casi ni se practica.

Un pueblo con gran tradición turística

Pese a que Tossa de Mar es uno de los pueblos con mayor tradición turística de la Costa Brava, ha sabido preservar su encanto. En verano se pone hasta arriba, pero no está tan masificado como otros enclaves de la zona.

El pueblo cuenta con varias playas, pero quizás la más emblemática es, precisamente, la favorita de Ava Gardner –que, en el pueblo, cuenta incluso con una estatua en su honor–.

Se trata de Cala Giverola, una playa situada a unos escasos 5 km al norte del centro de Tossa de Mar que no se pone tan hasta arriba como otras debido a que su acceso está limitado por el hotel Pola Giverola. Esto puede verse como una desventaja pues, al llegar, hay que dejar el coche en el parking de pago del resort por 10 euros al día. Pero, alternativamente, se puede acceder a pie, por una caminata que transcurre por el Cami de Ronda.

Pagues o no, la recompensa es la misma: una cala preciosa, rodeada de un boque de pinos, con aguas cristalinas y 170 m de arena gruesa.

Imágenes | Tossa de Mar

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