Lluna Lluna Bar en Valencia. Un buen cocinero en un mal sitio

He de admitir que, si no hubiera sido por la recomendación de un amigo, nunca hubiéramos ido a comer al Lluna Lluna Bar en Valencia. Por fuera no hay nada que resulte atractivo, y si asomas la cabeza al interior, tampoco es muy alentador. Ubicado en la zona universitaria de Blasco Ibáñez, parece el típico bar de estudiantes, aunque los viejos del lugar señalan que antes tenía una decoración un poco más "chic", con sillones en blanco.

No es el caso de hoy en día. Suelos de cerámica, mesas y sillas baratas, paredes pintadas con poco mimo en verde pistacho, una iluminación poco cuidada, cajas de refrescos y cervezas a la vista, ni rastro de manteles... en fin, nada que hiciera presagiar que íbamos a comer bien y barato.

De hecho, hasta que pudimos probar el primer plato, nuestras suspicacias iban en aumento. La camarera iba un poco desbordada y no nos atendió especialmente bien, y la comida tardó algo en salir, pero afortunadamente la espera mereció la pena.

En el menú del día había cuatro platos a escoger de primero: mejillones al vapor, ensalada César, arroz a banda y macarrones gratinados. Escogimos los tres primeros, y acertamos con todos, e imagino que los macarrones también estarían buenos, a juzgar por la buena pinta de los que se estaban comiendo en la mesa de al lado.

Los mejillones, por ejemplo, no estaban hechos simplemente al vapor, sino que tenían un sofrito de ajo, cebolla y pimiento, con un toque de vino blanco. El arroz a banda tampoco se quedaba atrás, con abundante "chicha" (dos gambones pelados, calamares, mero, sepia...), el grano suelto y duro, y muy sabroso, quizás incluso demasiado.

La ensalada César era quizás el menos logrado de los tres platos, porque aunque el pollo estaba bueno y tenía abundante cantidad de todo, la calidad de los ingredientes no era tanta, sobre todo porque la lechuga era de bolsa, y eso echa a perder cualquier ensalada. No sé por qué se empeñan en usar este tipo de lechugas preparadas, serán más cómodas y rápidas, pero su sabor es inexistente.

De segundo también había cuatro platos diferentes: pechugas con reducción de naranja, salmón con costra de ajoaceite, chuletas de cordero con miel y mostaza, y revuelto de jamón ibérico. Esta vez pedimos las tres últimas (por variar) y también quedamos satisfechos con lo que salió de la cocina, sobre todo con el salmón y el cordero.

El cordero estaba hecho a la plancha (venían dos chuletas "de palo" por plato) y estaba muy rico, tanto que incluso diría que no necesitaba salsa, pero se agradecía. El salmón también estaba muy bueno, dos piezas muy generosas, con patatas y verduras asadas, y una salsa verde de fondo (con un toque de pesto, diría), cuya única objeción era que el cocinero la había usado para decorar casi todos los platos (fijaos en las fotos) y podía acabar cansando.

Como broche para la comida, una tarta de queso, un habitual de los menús del mediodía en todas partes, pero que raro es el sitio en el que la hacen bien. Para alegría de nuestras papilas gustativas, esta estaba espectacular, así que a pesar de que el sitio no invitaba a nada bueno, salimos allí con los estómagos contentos, pensando en recomendarle al cocinero que se busque un sitio mejor en el que demostrar su valía.

Lluna Lluna Bar en Valencia

Avenida de Menéndez Pelayo, 16
46010 Valencia
Tel. 963 369 425
Precio: 8 euros menú del día

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