Si bien la bebida puede ser parte relevante de la experiencia en los festivales de música, la comida nunca le ha importado a nadie. En el maratón que supone aguantar días enteros de conciertos te puedes dar con un canto en los dientes si consigues cenar un trozo de pizza o un bocata de panceta medianamente decente (que no barato).
Pero teniendo en cuenta que el público de este tipo de eventos es cada vez más mayor, y tiene más dinero, no es de extrañar que la oferta gastronómica esté mejorando. Y de qué manera. Primavera Sound ha presentado por vez primera un cartel gastronómico, que incluye un restaurante pop-up con cocineros de primera línea.
La Casa Primavera, como se ha bautizado el invento, acogerá a los chefs Diego Guerrero (sábado), Eduardo ‘Lalo’ García (viernes) y Douglas McMaster (jueves), que ofrecerán sendos menús degustación.
El restaurante, ubicado en el propio recinto del festival, funcionará únicamente con reserva previa en dos turnos de cena, en horario guiri (19 de la tarde) y local (22 horas). El menú de Diego Guerrero, chef del restaurante DSTAgE en Madrid, de 2 estrellas Michelin, tiene un precio de 140 euros; el de Eduardo ‘Lalo’ García, chef de Máximo Bistrot, considerado uno de los 50 mejores restaurantes de Latinoamérica y obligatorio peregrinaje gastronómico de la Ciudad de México se podrá disfrutar por 85 euros; y la propuesta de Douglas McMaster, chef británico del restaurante Silo, en Brighton, mayormente vegetariana y que tiene la sostenibilidad por bandera, se podrá degustar por 95 euros.
Ningún menú incluye bebida, pero se ofrecerá una opción de maridaje con vinos a cargo de Wineissocial y su sumiller César Cánovas, avalado por numerosos galardones entre los que se encuentran el Nariz de oro en España (2002 y 2005) y el premio Ruinart (2001 y 2004). Las propuestas se elaborarán en sintonía con cada uno de los menús de degustación, y en cada jornada se contará con alguna colaboración especial por parte de otros sumilleres o los propios productores de los vinos.
Música (y comida) para bolsillos pudientes
Curiosamente, las cenas tienen lugar en paralelo a los conciertos, cuyo abono (necesario para cenar en la Casa Primavera) cuesta ya 215 euros.
La posibilidad de cenar en un restaurante de lujo durante el festival pone de manifiesto que se trata de eventos a los que acuden cada vez personas de un mayor nivel adquisitivo y en los que la música ya no es el reclamo único (a veces, ni siquiera, el principal).
Según el informe Oh, Holy Festival, basado en una encuesta a 4.300 asistentes –uno de los pocos que ofrece datos sobre el asunto–, el cincuenta por ciento del público expresa su preferencia por los festivales frente a los conciertos de un solo artista y, además, solo el 36,4% considera que el cartel musical es el principal motivo para ir a un festival.
La media de edad de las personas que asisten a los festivales es, también, más elevada de lo que podría parecer. El 56% de los asistentes a festivales tienen entre 26 y 45 años.
Opciones más económicas
Como parte de la nueva programación gastronómica del Primavera, los organizadores han anunciado también la renovación de la zona central de restauración, que será este año un homenaje a Barcelona y sus restaurantes de street food: hasta 20 locales de la ciudad ocuparán los stands del área principal.
Se podrá disfrutar de las hamburguesas de La Burgueseria y El Filete Ruso, fish & chips de The Fish and Chips Shop, tapas locales de El Quim de La Boqueria, ramen del Grasshopper, cocina del sudeste asiático de Hawker 45, poke de Poké Maoli, pizza de Garden Pizza, comida india de Masala 73, albóndigas sirias de A Tu Bola, empanadas de Las Muns, sandwiches de La Porca, cocina vegetariana de Rasoterra, japonés de Be Japo, paella de Entre Tapes, baos de Odkhuu’s Kitchen y healthy food de Fruiteca: opciones de calidad para todos los gustos y opciones (celíacos, vegetarianos, veganos...)
Como en pasadas ediciones, los excedentes de comida serán recogidos y donados al Banc dels Aliments. En 2017 se recogieron un total de 460 kg de alimentos recuperados.
Y como bonus track: sí, los carritos de Nick’s Perritos, omnipresentes en el festival desde tiempos inmemoriales (y durante mucho tiempo una de las pocas opciones que había para comer) también están confirmados.
Imágenes | Ceci Díaz/Albar Ruperez (Primavera Sound) En Directo al Paladar | Cuatro recetas de Diego Guerrero en DSTAgE