Esta noche se celebra en Murcia la Gala Michelin 2025 en la que se repartirán las nuevas estrellas de la Guía. Los trenes y aviones que salen esta mañana en dirección a Murcia estarán repletos de los cocineros que, invitados por la empresa francesa, van a recoger sus distinciones. Pero nadie sabe a ciencia cierta cuáles van a ser.
Todos los años hay rumores, pero desde la gala de 2023, cuando se eliminó incluso el embargo que se compartía unas horas antes a los periodistas debido a una filtración, la Guía se guarda mucho de compartir más información de la cuenta.
Hay técnicas, claro, para elucubrar quién se lleva la estrella. Muchos cocineros saben si han recibido o no la visita de inspectores –condición obligatoria para aspirar a algo–. Además, la Guía invita a la gala a los cocineros que van a recibir una estrella; pero, quizás para despistar, también a otros que no van a llevársela o van a recibir otros premios, como la estrella verde.
Desde la Guía insisten en que esta distinción, que se creó hace ya cuatro años para premiar a los restaurantes más concienciados con el medio ambiente, atrae cada vez a más público. En concreto, explican fuentes de la compañía, “los consumidores en Estados Unidos prefieren cada vez más establecimientos con esta distinción, valorando la trazabilidad y sostenibilidad de los productos”. Pero que los cocineros prefieran la estrella verde a la roja es otro cantar.
¿Un nuevo tres estrellas?
Más difícil es aún saber quién se va a llevar una segunda o tercera estrella, un nivel en el que se invita a casi todo el mundo.
De nuevo, suenan con fuerza para recibir la tercera estrella, la mayor distinción de la Guía, restaurantes como Skina (Marbella) –el favorito del año pasado que, finalmente, se fue con las dos estrellas que ya tenía– o Amelia (Donostia).
Y seguro habrá también restaurantes que estrenen dos estrellas. En el mundillo suenan con fuerza restaurantes de cocineros veteranos, como Enigma, de Albert Adrià, que muchos de los críticos consultados consideran, incluso, que debería llevarse del tirón las tres estrellas. También segundas marcas de grandes cocineros, por los que Michelin siempre tiene predilección, como el restaurante Alevante, de Ángel León.
Más sorprendente serían las dos estrellas para establecimientos como Osa (Madrid) o Barro (Ávila), que se llevaron el florón el año pasado y están regentados por cocineros muy jóvenes. Están en las quinielas, pese al “peligro que conlleva dar premios con este peso y envergadura a locales con poca trayectoria”, como recuerda la periodista gastronómica de El País, Paz Álvarez.
Estrellas de quita y pon
Aunque se habla siempre de las nuevas estrellas que da la Guía, también tiene importancia su decisión en torno a qué establecimientos hay que retirar la distinción. Un tema delicado, del que la gente se guarda de hablar más de la cuenta para no herir sensibilidades.
Pero este año suena con más fuerza que nunca el rumor que apunta a que la Guía se atreva a quitar alguna de las tres estrellas históricas, como las que lucen desde hace décadas Arzak o Akelarre.
“En Donostia se rumorea un ‘quita y pon’ en tres estrellas”, explica a DAP el gastrónomo Philipppe Regol. “¿Presión francesa (o internacional) para que haya movimientos en este sentido en la Guía España-Portugal? En Francia no han tenido reparos en quitar terceras estrellas”.
En el otro lado de la balanza, también es probable que algunos cocineros recuperen estrellas que había perdido por cierres o traslados. Es el caso de los exSantceloni Óscar Velasco y Montse Abellà, que desde hace dos años regentan VelascoAbellà en Madrid; del también madrileño restaurante Gofio, que perdió la estrella el pasado año por un cambio de ubicación; o Casas Colgadas, de Jesús Segura, que tuvo la única estrella Michelin de Cuenca en Trivio.
También, explican fuentes de la Guía, habrá restaurantes con distinción Bib Gourmand que ya no encajan por precio en esa categoría, pero que podrían llevarse la estrella. Es el caso, por ejemplo, de Pampín Bar (Santiago de Compostela), que está sonando a las quinielas para dar un salto que ha sido muy inusual desde que existe la distinción low cost, cada vez menos económica.
Todas las quinielas
Por muchas elucubraciones que podamos hacer, lo cierto es que no empezaremos a conocer la lista de premiados hasta aproximadamente las 20 horas de esta noche. La gala comienza a las 19 horas, y se puede seguir en directo en YouTube, pero solo comenzará el baile de nombres tras la habitual retahíla de discursos institucionales con los que tendrá que lidiar la periodista y presentadora Ainhoa Arbizu, a la que acompañará la sumiller y chef María Morales.
Está previsto que la gala finalice a las 21:30 y que, en algún momento, actúe el grupo de Cartagena de moda, Arde Bogotá.
Mientras tanto, podemos consultar qué restaurantes les gustarían a los críticos que se llevaran las estrellas. Las consigan o no, seguro que merece la pena ir a conocer estos locales.
Carlos Maribona
El veterano crítico gastronómico del ABC, y autor del blog Salsa de Chiles, apuesta por la tercera estrella para Amelia, Iván Cerdeño o Skina.
Le gustaría ver la segunda colgada en la puerta de O Pazo (Padrón), Messina (Marbella), Refectorio (el restaurante de la bodega Abadía Retuerta), Lera (Castroverde) o Saddle (Madrid).
Y para la primera estrella apuesta por Arte de cozina (Antequera), Kappo (Madrid), Taberna Pedraza (Madrid), Char (Tenerife), Gofio (Madrid), Regueiro (Tox), La Veranda (Hotel Villapadierna, marbella), Erre de Urrechu (Marbella), Ibai (Donosti), Il bocconcino (Tenerife) y VelascoAbellà (Madrid).
Paz Álvarez
La periodista gastronómica de El País cree que este año está habiendo menos runrún en torno a las nuevas estrellas Michelin. “No sé si esto se debe a cierto cansancio por parte de la gente debido a la cantidad de listas y de reconocimientos que hay en el mercado”, explica. “Imagino que para los cocineros y el personal de los restaurantes la ilusión por lograr una estrella sigue intacta. Veremos si esa ilusión se mantiene en los clientes y si a los agraciados, además del galardón, les cae una lluvia de reservas”.
“En cuanto a la quiniela creo que habrá dos tres estrellas Michelin, ojalá una sea en mi querida Asturias, y que se volverá a repetir lo que ocurrió con Smoked Room, que a un restaurante le volverán a caer dos estrellas de golpe”, concluye. “Y ojalá algún restaurante con alguna mujer al frente reciba su segunda estrella. Esperemos que este año suban muchas mujeres a ponerse la chaquetilla. Porque haberlas haylas, y muy buenas”.
Natalia Martínez
La periodista Natalia Martínez, del portal Cocinillas de El Español, cree que este año Skina se llevará finalmente las tres estrellas. También le gustaría ver la segunda en Es Tragón, de Álvaro Sanz, en Ibiza, “pero parece que se va a cambiar de local (y es una pena, porque ese redondeaba la propuesta) y tendrá que esperar”. También cree que podría llegar la segunda para Enigma, “ahora que figura como segundo en la lista de The Best Chef 2024”.
“Sigue la tendencia a premiar el talento joven y aquí hay muchos que se encuentran entre los favoritos”, explica Martínez. “Este año los hermanos Iris y Bruno Jordán llevan un recorrido estelar y estaría merecido que se subieran a por su chaquetilla. Y así podría haber otros ejemplos como Axel Smith, que ya consiguió la estrella en Auga e Sal y ahora puede hacer lo mismo en Simpar. También se sigue esperando la primera de Fera Palma, en Palma de Mallorca. Y que Gofio recupere la que perdió la edición anterior”.
Philippe Regol
El gastrónomo catalán, autor del blog Observación Gastronómica, es uno de los mayores conocedores de la escena catalana, donde ve muchos candidatos este año: “En Catalunya, Miramar se merece 3 estrellas y Enigma, Aürt, La Boscana y Alkimia tienen cualidades para tener dos, aunque creo que no pasará este año. Lo que sí puede pasar, casi seguro, es que Enigma tenga, por fin, las dos este año. También una estrella en Esperit Roca y tal vez el Citrus del Tancat (Alcanar, Tarragona). En Barcelona, podría caer una estrella en Teatro, Prodigi y Mae, un ex de Martín, de la Fonda España. Urgente que Teòric sea al menos mencionado en la Guía”.
Más allá de Catalunya, Regol asegura que ha disfrutado mucho en Landua (Galicia) y Ausias (Pedreguer, València). “También creo que Culler de Pau tiene cualidades para ser el primer tres estrellas gallego”, concluye.
Jorge Guitián
El periodista gastronómico gallego, colaborador de medios como La Vanguardia, El País o DAP, apuesta por la primera estrella para restaurantes como Simpar (Santiago de Compostela), Marmurio Do Rio (Allariz), Alenda (Asturias) y Regueiro, también en Asturias, “el eterno candidato que yo no entiendo porque no tiene aún estrella”.
Fuera de su área de influencia, Guitián apuesta por Cuseo (Zamora), Le Arta (Sevilla) y Mare (Cádiz). “Me pareció una chulada de sitio, un restaurante pequeñito con solamente tres mesas, dos personas en cocina y que hace una cocina actualizada pero con una base tradicional muy clara que me pareció de lo más interesante que probé este año”, apunta sobre este último.
Marta Fernández Guadaña
A la colaboradora de Expansión y Tapas, y editora del portal Gastroeconomy, le gustaría que Enigma de Albert Adrià no solo se llevara la segunda estrella, sino directamente la tercera: “No creo que vaya a ocurrir, con suerte va a tener la segunda, ojalá. Creo que también es un tipo de restaurante que está casi fuera de competición. Con toda su carrera y trayectoria es como de coña o de risa que tenga solo una estrella”.
Para la segunda le gustaría que premiaran a Desde 1911 (Madrid), O’ Pazo (Padrón), A Tafona (Santiago de Compostela) y Retiro da Costiña (Santa Comba). También en Galicia le gustaría ver la primera para Simpar y Pampín Bar, que actualmente tiene un Bib Gourmand.
Pilar Salas
La periodista Pilar Salas, actualmente directora del portal 7 Caníbales, demanda, como todos los años desde hace un lustro, la tercera estrella para Ricard Camarena, un clásico de las quinielas: “Me pareció impresionante lo que está haciendo porque es no lo que él le demanda a la huerta, sino lo que la huerta le demanda a él y cómo está trabajando en ese sentido y con una cocina muy vegetal que a mí cada vez me gusta más. Me parece muy interesante y yo siempre pienso que es como el gran olvidado de Michelin para la tercera estrella”.
Para llevarse la primera estrella Salas apuesta por clásicos como Los Marinos José (Fuengirola) –que acaba de hacer una importante reforma en el restaurante–, Consentido (Salamanca), Taberna Pedraza (Madrid), Noi (Madrid) y Mesón Sabor Andaluz (Alcalá del Valle, Cádiz).
Tatiana Ferrandis
La periodista de La Razón apuesta por la primera estrella para Bascoat (Madrid), un nombre que se está repitiendo mucho, y la segunda para Barro (Ávila) y La Salita (Valencia). “Me encantaría que se la dieran a La Salita”, insiste, “pero estoy oyendo que no se la van a dar y me parece terrorífico”.
Carlos Mateos
El gastrónomo Carlos Mateos, conocido en redes sociales como Mr. Espeto, es uno de los mejores conocedores de la escena andaluza, sobre la que tiene favoritos claros: “A mí me parecería sorprendente que en Cádiz no le llegase su estrella (más que merecida el año pasado ya) a Mesón Sabor Andaluz, en Alcalá del Valle, que practica una de las cocinas vegetales más interesantes del país. Igualmente, me parece casi indiscutible la segunda de Vandelvira, en Baeza. Por el altísimo nivel de su cocina, por su sala y su servicio”.
También cree que, en Marbella, Skina debería conquistar ya la tercera estrella: “A juzgar por mi reciente visita, andan cerca. Aunque a mí Bardal, en Ronda, me parece otro serio candidato. En la capital hay rumores de estrella para Blossom y Palodú. Pero esas quinielas siempre circulan”.
Más allá de Andalucía, Mateos pide también la segunda paar Oba (Casas Ibáñez, Albacete), que Gofio recupere la que tenía y que le llegue la tercera a Ricard Camarena (Valencia), Iván Cerdeño (Toledo) y Alkimia (Barcelona), “un puñado de grandes cocineros con personalidad que siempre se quedan fuera”.
“Y, puestos a pedir”, concluye Mateos, “dos cosas: menos generosidad y complacencia con las segundas marcas y asesoramientos de los grandes cocineros y más rigor con los BiB Gourmand, que a veces parecen un saco donde meter al humilde que no se atreven a premiar con la estrella”.
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