Hace poco, en el mismo viaje que pude degustar las delicias del restaurante La Viblia en la Barceloneta, pude también disfrutar de una copiosa y deliciosa cena de tapas en el restaurante Cachitos en Barcelona.
Situado en pleno corazón de la Rambla Cataluña, la conocida y turística arteria de la ciudad, este restaurante ofrece al visitante un aspecto un tanto kirsch, quizás orientado a llamar la atención del turista. Pero lejos de ser un local enfocado a este tipo de cliente, ofrece unas tapas muy ricas a precios relativamente razonables dada la calidad y ubicación.
La cena comenzó, como no podía ser de otra manera, con un poco de "pa amb tomàquet" acompañado de jamón ibérico. El pan estaba delicioso, sin demasiada miga y muy crujiente. Podía haber cenado toda la noche eso y hubiera salido de allí contento.
Con ese mismo pan degustamos también un poco de queso de untar aromatizado, una tosta de foie y mermelada de tomate y una ensalada con picatostes. Los tres muy ricos, aunque nada como el pan con tomate antes mencionado.
La segunda ronda de tapas la protagonizaron unas patatas bravas, unas gambas al ajillo, unas albóndigas y unos calamares a la romana. De las cuatro tapas, sin duda lo mejor fueron las bravas, que estaban espectaculares.
Siempre pienso que la calidad de un bar o un restaurante se puede medir por sus bravas, y estas sin dudas estaban excelsas. Un nuevo ejemplo de que no hace falta inventar la rueda en la cocina constantemente, basta con hacer bien las cosas que ya conocemos.
Cuando parecía que ya no podía salir nada más de esa cocina que nos fascinara --o nos cupiera en el estómago-- nos sorprendieron una ración de ¡macarrones! Sí señor, unos macarrones con carne, queso y salsa bechamel que a pesar de lo llenos que ya estábamos me supieron a gloria.
Por último, además de un poco de merluza rebozada y unos mejillones al vapor, le puso el broche a la noche un chuletón a la brasa se deshacía en la boca, y que tuvieron a bien preparar al gusto de cada zona de la mesa, tomándose al pie de la letra cuando dije que lo quería poco hecho, lo cual se agradece.
De postre, afortunadamente, no vino nada especialmente contundente, solo unas brochetas de frutas y un brownie de chocolate. Bueno, el brownie sí que era contundente, pero es que ni estando lleno puedo uno renunciar a clavarle la cuchara a semejante delicia.
En resumen, el restaurante Cachitos en barcelona puede parecer un lugar un poco para turistas --de hecho, había unos cuantos--, e incluso tener un precio ligeramente superior debido a su ubicación, pero al menos mi experiencia es que merece la pena pasarse por allí. ¡Ah! y también tiene algo de cocina "de autor", aunque todas las tapas que probamos fueran tradicionales.
Restaurante Cachitos
Rambla Cataluña, 33 Barcelona Tel. 93 215 27 18 Precio por persona | Desde 35 euros (aunque lo que cenamos debió costar mucho más)
Más información | Cachitos En Directo al Paladar | Restaurante La Viblia en Barcelona, buena cocina mediterránea mirando al mar
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