Esta semana estuve por la zona oeste de Madrid con una buena amiga, y bien entrado el mediodía, necesitábamos un lugar en el que poder charlar tranquilas mientras comíamos. Recordé entonces un pequeño restaurante que conozco desde hace muchos años, y que en todo este tiempo he visto transformarse y reinventarse. Hace muchos años este local se llamaba Dandy, y más tarde se transformó en Entre Reinas, cambiando el ambiente íntimo por un aspecto algo más luminoso, con unas grandes fotografías de mujeres (las reinas) que llenaban las paredes.
Más tarde la decoración cambió, volviendo otra vez al ambiente íntimo, que es le que luce hoy en día. Desconozco si ha sufrido algún cambio de dirección, pues en esta visita no encontramos al antiguo servicio argentino, aunque la carta se conserva con las mismas referencias de hace tiempo.
Esta era una comida de diario, en la que no podíamos invertir mucho tiempo, por lo que en un principio pensamos en tomar menú del día, pero este tenía muy poco donde elegir, así que echamos un vistazo a la carta. En ella no faltan las empanadas criollas, las carnes argentinas o platos como el revuelto gramajo o la provoletta. También pasta y ensaladas, que fueron la opción elegida.
Nos sirvieron un aperitivo de patatas con salsa bastante contundente, tras el cual llegó la ensalada de hojas y cebolla caramelizada con queso de cabra fundido que compartimos. Y menos mal, porque era enorme y no fuimos capaces de acabarla entre las dos. Las hojas estaban muy bien aliñadas con una vinagreta y el queso deliciosamente fundido.
La cebolla caramelizada era un poco difícil de cotar y masticar, demasiado dura, y unas nueces terminaban de rematar el conjunto. A pesar de la cebolla nos gustó mucho.
Cuando tuvimos que decidir el segundo plato, casi nos quitamos la palabra la una a la otra, ya que habíamos escogido el mismo plato, unos fettuccine salteados con pimiento guarnecidos de mozzarella y tomate cherry seco al aceite de albahaca. Sobre el papel pintaban muy bien, y una vez que llegaron al plato no hicieron más que confirmar nuestras sospechas. A pesar de que no llegaron demasiado calientes a la mesa, estaban muy ricos. La pasta casera salteada reposaba junto a rodajas de mozzarella fresca y unos tomatitos secos crujientes.
Después de casi no poder terminar el plato, acabamos muy llenas y decidimos no tomar postre, pero el café no lo perdonamos. Y menos mal, por que estaba justo como me gusta, amargo e intenso, con buen aroma y crema.
Con dos cervezas, la cuenta final de esta comida fue de 18 euros por persona. La casa nos ofreció un chupito, pero no lo tomamos, que teníamos que volver a casa en coche sanas y salvas y con todos los puntos intactos.
Restaurante Entre Reinas
Avenida de España 24 28220 Majadahonda, Madrid 91 634 15 53
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