Restaurante indio Taj Mahal en Valencia

Aunque el nombre del restaurante indio Taj Mahal en Valencia no es muy prometedor —por tópico y típico— y su fachada tampoco invita a entrar, esconde en su interior ricos manjares hindúes, con una decoración acorde y un salón amplio y agradable.

Últimamente, y gracias a la crisis, disfruto a menudo de su menú de mediodía, que ofrece unos entrantes, un primero, un segundo, bebida y café por unos diez euros, bastante menos que si pidiéramos a la carta.

Como el menú no es muy variado, entre mi madre y yo pedimos las dos combinaciones posibles, que se reducen a elegir entre pollo Tandoori y cordero Thika y arroz o pan para acompañar. De primero hay verduras rebozadas, con una ensalada.

Restaurante indio taj mahal en Valencia - aperitivo

Antes de servir el primer plato, siempre te agasajan con un terna de salsas acompañadas de una torta con especias. Una especie de aperitivo con el que abrir boca.

De las tres salsas, hay una muy suave, dulce y rica —la roja— otra ligeramente picante —la verde— y otra que es directamente un trozo de infierno —la marrón—. No es que pique mucho, es que una sola gota de esa salsa, incluso acompañada de un gran trozo de pan, es capaz de hacer que escupas fuego por la boca.

Restaurante indio taj mahal en Valencia - verdura rebozada

Tras las salsas, las verduras rebozadas y especiadas, que en realidad son unas especie de albóndigas de verduras, realmente sabrosas y jugosas. El rebozado es ligero, y el interior muy tierno y lleno de sabor. La ensalada que le acompaña es simplemente eso, ensalada.

Pero si el primer plato ya es delicioso, el segundo es un verdadero placer, especialmente el pollo Tandoori con salsa de yogur, que está realmente espectacular. Se puede comer acompañada de pan naan, que es mi forma favorita, y también con arroz basmati, también maravillosa.

Restaurante indio taj mahal en Valencia - segundo plato

El otro segundo es un cordero Thika que, aunque está bastante rico, no llega ni de lejos al sabor y jugosidad del pollo. La carne para un poco más seca, y la salsa, al ser de tomate, es menos cremosa y no tan propicia para mojar el rico pan naan. Para acabar la comida, nada como un rico y aromático té indio.

Aunque el menú de mediodía es poco variado, la carta del restaurante indio Taj Mahal es realmente amplia e interesante, solo que el precio no es tan asequible como el del menú, pero merece la pena. El servicio es rápido, bien vestido y atento, aunque no especialmente simpáticos. Como nota para los cerveceros, podéis disfrutar de la siempre interesante cerveza india Cobra.