Este pasado fin de semana de mediados de noviembre, con temperatura de verano, he estado en Málaga, disfrutando de su pescaito, su clima, sus playas, su sol y…sus gambas. Porque, en mi opinión, las gambas de Málaga son la mejores gambas que puedas comer, en Málaga. Lo mismo pasa con las de Garrucha en Garrucha, las de Denia en Denia, etc.
Entre otros sitios, he conocido un chiringuito en la playa, en el Paseo de Huelin, llamado Los Gutiérrez, que os prometo no solo no olvidaré jamás, sino que volveré todo lo a menudo que pueda por allí. Impresionante pescado, maravillosos mariscos, inmejorable ubicación, buena atención y el mar enfrente. ¿Qué más se puede pedir?
Os cuento.
Ubicado entre el paso marítimo y la playa, como os digo, se encuentra el Chiringuito Los Gutiérrez, especialidad en pescados y mariscos. Durante un paseo matutino por la playa y en un, sin duda, acto de cordura, me acerqué a Los Gutiérrez y reservé mesa para dos, para comer. Mi compañero que me conoce muy bien se extrañó, pues sabe que me gusta investigar y catar varios sitios antes de decidir en cual de ellos comer. La verdad es que hice un pelín de trampa, pues ya me había advertido un amigo, que allí ponían el mejor pescado de la zona, por lo tanto ya tenía decidido comer allí.
Menos mal que reservé (de ahí el acto de cordura) porque cuando llegamos a penas quedaba vacía nuestra mesa. Mientras ojeamos la carta tomamos una cerveza, pronto, creo que casi al abrirla, los jugos gástricos empiezan a fluir exageradamente…bogavante, ostras, coquinas, conchas finas, mejillones, gambas. Rodaballo, pargo, mero, pijotón, dorada. Sardinas, boquerones, salmonetes. Arroces y zarzuelas.
Tristemente todo no nos lo podemos comer, así que hay que elegir. A todo esto la barca de espetos del chiringuito, como echando una mano en tan difícil elección, nos regala con un soplo de su humo. Pedimos un espeto, vino blanco y una ensalada para empezar. Me encanta que para aliñar la ensalada te ponen AOVE (aceite de oliva virgen extra) como tiene que ser, y un vinagre balsámico al Pedro Ximenez, en los pequeños detalles está a menudo el éxito.
Los espetos malagueños, al contrario de los granainos, son de sardinillas pequeñas, muy ricas. Aunque ya no estamos en su mejor momento, nadie lo diría, parecen sardinas de agosto, estupendas para ir abriendo boca. Es el momento de seguir pidiendo, así que nos animamos por unos calamares de los que mi acompañante es todo un experto. Yo sin embargo sigo en mis trece de degustar cuantas más y mejores gambas mejor, así que pido mi opción siguiente.
El precio de las gambas es de 120€ el kilo (por suerte yo me sacio con menos de un kilo y mi compañero sigue con sus calamares), están bien de precio siempre y cuando el resultado sea el deseado. Una vez las bigotudas en la mesa comienzo mi personal análisis de ellas. De pinta están estupendas, se las adivina jugosas y crujientes a la dentellada. De sal bien. El aroma que desprenden es perfecto.
Segundo paso, cabeza de la gamba en una mano, cuerpo en la otra, separamos ambas.Soltamos la cola en el plato y chupamos y sorbemos los jugos pensantes del animalillo, que deben tener un exquisito y fresco sabor y deben estar líquidos y por lo tanto jugosos. Depositamos la cabeza sin seso en el plato y cogemos la cola. Tras una inevitable y ligera chupadita a la salada piel del extremo, quitamos las primeras anillas, presionamos ligeramente con los dedos índice y pulgar la parte más delgada de la cola, osea, el extremo final y, con sumo placer, cogemos delicadamente el cuerpecito rosáceo de tan delicioso marisco, directamente con la boca.
Por supuesto el cuerpo sale entero con facilidad, porque las gambas de Los Gutiérrez no solo son fresquísimas y de excelente calidad, sino que, además, están cocinadas a la perfección. Gambas de 10. Seguidamente y tras repetir de gambas y sardinas, pedimos unas almejitas. Limpias, perfectas, del mar han pasado por la cocina el tiempo justo, necesario, ni un segundo más, para abrirse ante el comensal e inundarlo con su olor marino.
Está resultando ser un tranquilo y relajado banquete a orillas del mar. Lleno mi copa y echo otro vistazo a la carta cuando, encuentro algo que me llama la atención, algo que no conozco, “peregrina al ajo tostao”. Llamo al camarero y le pregunto que es eso de peregrina. “Te va a gustar”, me dice el camarero y se dirige a la cocina a pedirme una peregrina. Unos minutos más tarde, me presenta ante mí una vieira gratinada con ajo que dice “cómeme”. Se trata de una vieira troceada, gambas y ajo, todo ello gratinado que resulta ser un verdadero manjar.
En resumen y como conclusión, el chiringuito Los Gutiérrez , en Málaga, ofrece unos pescados y mariscos de superlativa calidad. En su cocina dominan a la perfección los puntos de cocción de dichas especies. El servicio es bueno, los camareros amables y eficientes. La carta de vinos ofrece lo necesario para arropar a la perfección estos frutos de mar, predominando en ella los caldos blancos, como es normal. De precio está muy bien. No es en absoluto caro. Muy recomendable, yo sin duda volveré.
Restaurante Marisquería Gutiérrez Playa
Paseo Marítimo Antonio Banderas, nº 6
29004, Málaga
Telf. 952 11 89 08
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