Siéntete como Indiana Jones: las siete caminatas con pasarelas más espectaculares de España

En el Pirineo, en Andalucía o en Galicia. Son muchas las opciones para disfrutar en España de rutas voladizas sobre ríos y cañones

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Cuando mi hermano y yo hacíamos montaña de pequeños con mis padres lo que más nos gustaba es encontrar algún paso en el que se atravesara un puente “a lo Indiana Jones”.

Supongo que, en tiempos, nos valía cualquier tablón puesto encima de un riachuelo para creernos el famoso arqueólogo, pero lo cierto es que no hay nada como un buen puente colgante para animar a unos chavales a hacer una excursión.

Este tipo de pasarelas, ya sean o no voladizas, nos dan una sensación de aventura que no se desvanece ni aún siendo adultos –si acaso es aún mayor, porque alguno empezamos a tener más vértigo–. Y en España tenemos algunos caminos especialmente recomendables si queremos practicar este tipo de senderismo.

No hablamos aquí de vias ferratas. Casi todos los caminos seleccionados son aptos para cualquiera con la suficiente forma física como para aguantar una marcha de unos cuantos kilómetros, pero parecerá que has hecho mucho más.

1. Caminito del Rey (Málaga)

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El malagueño Caminito del Rey es, de largo, la caminata con pasarelas más conocida de España y un destino turístico de rango internacional. No es para menos. Se trata de una pasarela peatonal de más de tres kilómetros que cuelga en hasta 105 metros de altura sobre el río, en unas paredes que llegan a ser verticales.

La pasarela se construyó a principios del siglo XX para permitir el acceso de los trabajadores entre las centrales hidroeléctricas de los saltos del Gaitanejo y el Chorro, en el desfiladero de los Gaitanes. Su nombre se debe a que Alfonso XII presidió la inauguración de los embalses Guadalhorce-Guadalteba y debió pasar por parte del camino.

Durante un tiempo, al caminito solo accedían familiares o amigos de los trabajadores de las centrales, pero, con el paso del tiempo, se fueron aventurado cada vez más curiosos mientras el camino, que no tenía ningún mantenimiento, estaba en peor estado. Después de que se registraran varios accidentes mortales, en 1999 y 2000, la Junta de Andalucía decidió cerrar el camino.

El camino se rehabilitó y abrió al público en 2015, ahora sí, con control de acceso y las medidas de seguridad adecuadas. La visita debe reservarse con antelación, para un día concreto, y solo está permitido el acceso a mayores de 8 años.

2. Pasarelas del Río Mao (Orense)

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El río Mao es un afluente del Sil, que se puede circunvalar con un camino circular de 16 kilómetros, buena parte de ellos en pasarelas de madera a los márgenes del río, que harán que nos sintamos como Indiana Jones en El Templo Maldito.

Apenas seis horas y media se necesitan, siempre con una base física apta, para realizar este recorrido que como máximo llega a los 850 metros de altura y para el que aconsejamos que ir pertrechados tanto con agua y algo de comida como con ropa adecuada, pues la meteorología en esta zona de Galicia puede ser muy cambiante y, además, especialmente cálida en ciertos momentos del verano.

3. Pasarelas del cañón del río Vero (Huesca)

Rio Vero

Esta ruta traza un recorrido circular por uno de los entornos más espectaculares de la Sierra de Guara, partiendo de Alquézar. El camino atraviesa el último tramo del Cañón del río Vero que discurre entre grandes farallones de roca de hasta 200 metros de altura, horadados por un sinfín de oquedades, galerías, abrigos y cavernas fruto de la acción del agua sobre este terreno kárstico.

Aunque las pasarelas que atraviesan el cañón no entrañan ningún peligro, el acceso a la ruta es vigilado y requiere del pago de una “tasa de seguridad individual personal”. El camino, pese a esto, es apto para todos los públicos, pues solo tiene tres kilómetros de distancia y poco más de 150 m de desnivel.  Solo puede visitarse por la mañana, de 10 a 15:30 horas.

4. Pasarelas de Montfalcó (Huesca/Lérida)

Montfalco

Seguimos en Aragón, aunque cruzamos a Cataluña, pues esta ruta parte del pueblo abandonado de Montfalcó en Huesca hasta el parking de la Masieta en Lleida, atravesando las famosas pasarelas por los barrancos de la Tartera y el Sigüe.

El camino, de casi 9 kilómetros, atraviesa varias veces el río por pasarelas y cuenta con escaleras instaladas en la roca para salvar un desnivel de casi 800 m, no apto para la gente que sufra de vértigos. Dicho esto, el camino está muy bien señalizado y es seguro, incluso, para hacer con niños siempre que estén bien vigilados.

Para realizar la ruta partiendo del parking de la Masieta, en la parte catalana de la ruta, durante todo el año tendremos que reservar entrada vía internet para poder aparcar nuestro vehículo y realizar la ruta. Para realizar la ruta desde la zona de Huesca aparcando al final de la pista que parte de la localidad de Viacamp no hay ningún tipo de restricción.

5. Pasarelas de Panticosa (Huesca)

Panticosa

A diferencia de pasarelas como las del camino del rey, que se construyeron para facilitar el acceso de trabajadores a zonas donde no había forma de llegar, las pasarelas de Panticosa se han construido recientemente como un recurso turístico para, sencillamente, disfrutar de forma espectacular del paisaje que las rodea.

Se trata este de un recorrido de 800 sobre el río Caldarés que transcurre por unos espectaculares pasos colgantes enclavados en la propia pared del congosto. El recorrido, de aproximadamente una hora de duración y 160 metros de desnivel, accede, además, a uno de los miradores con las mejores vistas de Panticosa y las montañas circundantes, el Mirador O Calvé.

En el trayecto se pueden visitar también antiguos bunkers de la Línea P, conjunto de construcciones defensivas construidas en las décadas de los 40 y 50.

Las pasarelas solo abren en verano y fines de semana. No está permitido el acceso a menores de siete años y tiene una entrada de tres euros por persona.

6. Cerrado del río Castril (Granada)

Rio Castril

La Cerrada del río Castril es un impresionante desfiladero que se puede atravesar a través de unas pasarelas de madera suspendidas en la pared, por encima del río. El camino atraviesa además un puente colgante hasta llegar a una galería excavada en la roca que le lleva a un precioso balcón natural desde el que admirar el paisaje.

El sendero, de poco más de tres kilómetros y solo 125 m de desnivel, es apto para todos los públicos, incluido niños. La entrada tiene un precio de 2,5 euros.

7. Canal de Urdón

Canal Urdon

Dejamos para el final el que es, quizás, el camino más impresionante, pero también el más peligroso: solo apto para personas con buena forma física y que hayan hecho bastante montaña.

La senda se construyó para unir la localidad de Tresviso con la central eléctrica de Urdón, en el desfiladero de La Hermida y atraviesa la canal de Reñinuevo por las aguas del río Urdón y del arroyo de Reñinuevo.

Se trata de un camino no apto para todos los públicos, en el que volados sobre el vacío o excavados a mitad de pared se combinan con estrechos pasos sobre roca apenas protegidos. Tampoco es un camino corto: tiene 14 kilómetros y se atraviesan 900 me de desnivel en descenso. Si llueve, mejor dejarlo para otro día.

Imágenes | Plataforma de Material Audiovisual de Turismo y Deporte de Andalucía/iStock/Vive Somontano/Pasarelas de Montfalcó/Pasarelas de Panticosa/Roberto Martínez

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