Taberna Gaioso, tradición y vanguardia en A Coruña

Hace unos días pude volver a disfrutar de nuevo de uno de los restaurantes clásicos del centro de A Coruña, la Taberna Gaioso. Situada en el corazón de la ciudad gallega cerca de su emblemática Plaza de María Pita, este local no es nuevo y es que ya hace unos cuantos años que elabora para todos su comensales, platos típicos con productos gallegos de calidad pero aportándoles un toque de creatividad que los hace distintos.

Nada más llegar al local te encuentras una pequeña pero agradable terraza, y si tienes la suerte de estar en una noche templada, algo raro por otra parte en la capital coruñesa, pues se convierte en un lugar más que apetecible para degustar las raciones que el Gaioso ofrece. Y es que su situación ahora es mucho mejor que hace unos años ya que la plaza donde se encuentra se ha transformado en peatonal, por lo que ya no tienes los coches pasando por delante de ti mientras que te tomas tranquilamente algo.

Aunque su nombre es de taberna, el Gaioso es uno de los restaurantes más valorados en A Coruña, su excelente materia prima es combinada con acierto para lograr unas tapas muy originales, siendo el lugar idóneo para ir a comer o cenar entre amigos y no ajustarse cada uno a un plato, sino compartir un poco de todo para así poder probar muchas de sus especialidades.

Nada más entrar tiene una zona donde tomar algo rápido acompañándote de un vino o de una cerveza, para después adentrarse en la zona de restaurante desde donde se divisa toda la cocina acristalada y a los cocineros trabajando en la preparación de los platos.

Como os comentaba es un sitio ideal para el picoteo y así decidimos probar ese día varias de sus raciones. Comenzamos por un carpaccio de foie fresco de pato y gel de moscatel. Muy rico, en donde el sabor fuerte del foie maridaba especialmente bien con el dulce del vino moscatel.

Seguidamente nos arriesgamos a pedir un plato que nos llamó mucho la atención, fabes frescas de Lourenzá con centolla gallega, no nos defraudó para nada, era una combinación exquisita, muy parecida a los platos de alubias con otros pescados o moluscos típicos de Asturias. Lo único, que el centollo me encanta y parece que te quedas con ganas de seguir comiendo marisco. Vamos, cómo que el centollo me supo a poco.

Seguimos con un producto gallego por excelencia, el pulpo, en este caso pulpo a la plancha y acompañado de unos cachelos muy ricos. Se nota que saben trabajar este cefalópodo pues es difícil que quede en su punto el pulpo preparado de esta manera, y en este caso estaba muy bueno tanto de textura como de sabor.

Entre medias nos trajeron unas croquetas de jamón ibérico, muy suaves y que parecía imposible que tan blanditas por dentro no se hubieran deshecho al freírlas y también un salteado de setas con huevo escalfado y jamón ibérico, presentado de una manera muy original, todo ello regado con un buen godello gallego, un vino que me encanta.

Como buena amante de la repostería siempre dejo un hueco para probar la parte dulce de la carta, en este caso probamos dos postres, uno de chocolate con crema de caramelo y helado de café, así como una copa de brownie de chocolate con nueces, fresas estofadas y cremoso de queso fresco, los dos estaban buenos, pero no me apasionaron ni la mezcla de sabores ni su presentación, siendo quizá de toda la cena lo que más flojo me pareció.

Así que ahora que ya conocéis la Taberna Gaioso os recomiendo que si os pasáis de viaje por A Coruña acudáis a probar sus originales raciones y a degustar en ellas lo mejor del producto autóctono gallego. Eso sí, conviene reservar con antelación pues no cuenta con gran cantidad de mesas, pero si con muchos comensales que quieren disfrutar de su comida.