El trinxat de la Cerdanya es un reconfortante plato de invierno típico de las zonas montañosas de Cataluña, en concreto de las comarcas de la Cerdaña, el Alt Urgell y del país vecino, Andorra. No obstante, su historia no siempre ha sido de éxito, ya que en sus inicios era, como sucede en muchos casos, un plato de aprovechamiento.
El trinxat se compone esencialmente, según las versiones más o menos consensuadas, de col, patata, tocino y ajo y su conjugación respira aires campesinos y montañeses, con una historia que se remonta al siglo XV, cuando las familias dedicadas a la ganadería y la agricultura de la zona se alimentaban de este preparado durante los meses de frío, sobre todo al quedar aisladas por la nieve.
Esta pasta de col resultaba especialmente nutritiva para sobrevivir a aquellos meses tan duros, aparte de ser un delicioso bocado para matar el hambre. Actualmente, también se pone en relieve su valor como plato con productos de proximidad.
Tan sencillo como complejo
Y aunque se trata de un plato relativamente sencillo a juzgar por la escasa cantidad de ingredientes que integra y por las sencillas técnicas culinarias que implica, su ejecución no es tan evidente como parece. Tanto es así que este plato da lugar a versiones erróneas, en ocasiones desequilibradas por la cantidad de col y patata, o de grasa del tocino porque no es tan fácil de ejecutar.
Entre sus secretos se encuentra el necesario equilibrio de sus ingredientes: a saber, 800 gramos de patata por cada kilo de col y 4 tiras de tocino, según fija el especialista en cocina catalana Josep Lladonosa.
En cuanto a los ingredientes, es importante que la col sea de invierno, tocada por el frío, ya que es la que da mejor rendimiento para elaborar la receta. Igualmente, a la hora de elaborar la receta es importante usar tocino, no bacon, y que este sea de la mejor calidad posible.
Como una pequeña tortilla de patata
En cuanto a su ejecución, es muy importante el proceso de prensado de esta masa. No en vano, su nombre significa algo así como ‘trinchado’, ya que este es el proceso al que se somete el amasijo de col y patata hervida, con la ayuda de un tenedor, hasta conseguir una textura de puré.
Una vez se ha obtenido esta masa, se mezcla con un ajo bien cocinado en aceite y el tocino, bien dorado, previamente. No obstante, el toque de gracia del trinxat es su posterior fritura en una sartén hasta que adopta la forma de esta y coge el aspecto de una pequeña tortilla de patata.
Una fiesta honorífica
En honor a este plato tradicional, la emblemática población de Puigcerdà cuenta en febrero con la Festa del Trinxat, una celebración que se recuperará este año después de dos ediciones sin realizarse por la pandemia. El trinxat es el protagonista de esta muestra gastronómica de la comarca.
La cita quiere poner en valor la cocina local y en sus stands rivalizan las mejores coles de invierno íntegramente de producción ecológica, así como los embutidos y los quesos.
Aparte, los bares y restaurantes del municipio y de la zona colindante afrontan el reto de crear tapas con los principales ingredientes de este plato tan reconocido. Por otro lado, también ofrecen en sus cartas la opción de degustar el tradicional trinxat.
Ingredientes remplazables
Aunque los puristas del trinxat admitirán solamente la existencia del preparado de cuatro ingredientes y señalarán que solo con ellos se puede cocinar un verdadero trinxat, hay quienes añaden butifarra negra a la mezcla en lugar de tocino, y este su usa como colofón final decorativo.
Entre los remakes de este plato socialmente aceptados también se encuentran modificaciones como el uso de espinacas en lugar de col, o también brócoli, calabacín o acelgas. En general, cualquier verdura de invierno y de hoja verde, como la col kale, puede dar el pego, aunque no todo el mundo esté de acuerdo.
Finalmente, los más devotos del trinxat negarán esta posibilidad, pero hay quienes proponen trinxats veganos con versiones que sustituyen el tocino por ingredientes como las setas o la soja e incluso la cebolla caramelizada con el fin de mantener una continuidad en el sabor de la propuesta original.
Dónde están los mejores
Aunque estas variantes tienen sus adeptos, entre los mejores lugares para probar el verdadero trinxat de la Cerdanña se encuentran:
Cal Xena
Este restaurante tiene uno de los trinxats más aclamados de la zona. En sus fogones elabora comida típica de la Cerdaña elaborada con productos de alta calidad, y entre esta oferta sugiere diversas clases de trinxat.
Pujada del Moli, 12, 25721 Bellver de Cerdanya. T. 973 51 10 14
Germans Bertran
El trinxat de este restaurante es merecedor de grandes adjetivos, como maravilloso y espectacular. Situado en una hípica en la zona, es uno de los restaurantes que más resuenan a la hora de buscar un buen trinxat.
Del Barri, 12, 25721 Prats i Sansor, Lleida. T.: 972 89 00 26
Picot Negre
Picot Negre es un restaurante de cocina tradicional catalana situado en la localidad de Bellver de la Cerdanya. Entre sus básicos se encuentra el trinxat, un imperdible a juzgar por las opiniones de sus comensales.
Camí Ral, 1, 25720 Bellver de Cerdanya, Lleida. T.973 51 11 98
Fotos: Turisme Catalunya, Pixabay, Catalunya.com Quang Nguyen Vinh/Pexels y Marcia Salido/Pexels.
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