En su restaurante oficia Marcel Vigneron, discípulo de Joël Robuchon y José Andrés y concursante del Top Chef estadounidense
Hollywood tiene un nuevo club privado, The Aster, situado en el número 1717 de la calle Vine, a sólo unos pasos del paseo de las estrellas de la mítica avenida Hollywood Boulevard. Es un edificio precioso que alberga de todo: habitaciones, gimnasio, piscina, restaurantes, bares, salones, sala de proyección, estudios y una de las azoteas más espectaculares de Los Ángeles.
Ahí nos recibió el director general del club, Sumeet Jhingan, con el incomparable marco de tener tanto la célebre señal de Hollywood como el icónico edificio de Capitol Records detrás de nosotros.
Un paseo a través del club desvela un sinfín de atractivos. El bar de socios es un destacado lugar de encuentro, flanqueado por distintos salones multiusos de diferente índole, que incluyen un teatro “Burlesque” y uno de los cines más encantadores de la ciudad de las estrellas, con butacas/sofás de las que no es fácil despegarse. Cada detalle está cuidado, incluyendo sus habitaciones, llenas de luz y con una mimada decoración.
En cuanto a la gastronomía, nuestro principal foco de atención, nos pusimos en manos de chef ejecutivo Marcel Vigneron, que nos invitó a entrar en su cocina cuando se encontraba en plena faena.
Tras trabajar con algunos de los mejores cocineros del mundo como el mítico Joël Robuchon o nuestro genial José Andrés, y hacerse un nombre en el popular show Top Chef, Marcel ha encontrado en The Aster su perfecto acomodo. Nos sentamos a charlar con él durante una típica tarde soleada californiana, en lo que sin duda es el epicentro mundial del universo cinematográfico y del mundo del entretenimiento.
“Me apellido Vigneron (que en la cultura francesa es la persona que cuida de las viñas) y tiene gracia que ahora trabajo en la calle Vine, la calle de la viña”, nos confesaba con una sonrisa.
Consciente de encontrarse en un lugar frecuentado por estrellas del mundo del entretenimiento, Marcel ha confeccionado una pizza precisamente con esa forma que preparó delante de nosotros, y que no ha tardado en convertirse en uno de los platos estrella de la carta.
El chef nos conquistó con su candidez, humildad y cercanía, mientras nos relataba sus inicios en el mundo de la gastronomía, siendo un adolescente: “Cuando empecé a trabajar en cocinas, no sabía lo que quería hacer con mi vida o si algún día me dedicaría a esto. La mayoría de mis amigos tenían la intención de acometer una carrera universitaria, pero yo no lo tenia claro. Entonces fue cuando una persona muy cercana a mí, que terminaría siendo mi mentor, me animó a tomarme un tiempo y viajar a Europa. Así que, en 1999, con 2.000 dólares en el bolsillo, volé a Londres y de ahí di el salto a París, Burdeos y finalmente San Sebastián, donde me reencontré con mi hermano. Nuestra intención era estar ahí sólo dos días, pero finalmente nos quedamos un par de semanas. Me enamoré completamente de España y su gastronomía, y de hecho he vuelto muchas veces. El caso es que fue por aquel entonces cuando empecé a vislumbrar mi futuro en la cocina. Más tarde viajé a Italia, y recuerdo que fue en Positano, acampando con mi tienda en un lugar conocido como La Fortaleza de la Soledad, donde tomé la decisión de ser chef”.
El restaurante principal de The Aster, Lemon Grove, está claramente inspirado por ese viaje vital de Vigneron, situado además en una zona de Los Ángeles que antaño –antes de que los estudios de cine fijaran ahí su residencia y centro de trabajo– estaba poblada por arboles frutales y, cómo no, debido al buen tiempo californiano, de limoneros. De hecho, una de sus creaciones más reconocidos es la pasta al limón. Es un plato fresco, nada pesado, que honestamente te hace la boca agua ya sólo con verlo en el momento en que aterriza en la mesa. ¡Una delicia!
“Los Ángeles es una gran olla (“melting pot”) de distintas culturas, y he procurado que mi cocina aquí en The Aster las refleje”, nos explicaba. Una vista a la carta de Lemon Grove descubre precisamente eso, un variado elenco de platos que toma su base de productos californianos de temporada, con una evidente inspiración mediterránea.
Mención aparte merece el brunch que se sirve los fines de semana de 11:30 de la mañana a 3 de la tarde, y que sin duda es uno de los mejores de la ciudad, con un amplio menú donde no podía faltar los tradicionales panqueques con plátano, nueces de pecán y sirope de arce.
La carta de vinos es sinérgica con la oferta gastronómica, rica en blancos y tintos europeos y californianos, configurando una lista que premia la calidad sobre la cantidad. Y no podemos olvidarnos de la coctelería, en constante evolución, con una original variedad de bebidas refrescantes para disfrutar en la espectacular azotea de The Aster, con esa envidiable meteorología que la baña.
California 4 (Guías de País Lonely Planet)
Es de destacar que tanto el restaurante Lemon Grove como otras zonas del edificio están abiertas al publico general y no sólo a los miembros del club privado, por lo que el resultado es un híbrido interesante que hace de The Aster un lugar acogedor, nada pretencioso, alejado de la inflexibilidad de otros clubes. Como la ciudad que lo acoge, es abierto, diverso, alegre y con vistas de ensueño.
The Aster
- Dirección: 1717 Vine Street Los Ángeles (Hollywood), California, 90028
- Reservas: Tf. (1) 323-962-1717
- Más información: https://www.theasterla.com
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