Que nos vuelven locos las tartas de queso es bien conocido. No hay más que ver la cantidad de versiones que tenemos en nuestro haber. Pero igual que nos encantan, somos conscientes de lo calóricas que resultan y de lo importante que es ser prudente a la hora de consumirlas. Por eso hemos dado unas cuantas vueltas al asunto, hecho ajustes por aquí y por allá y venimos con una nueva receta de tarta de queso que es deliciosa y más saludable.
Lo cierto es que, con la cantidad de productos más ligeros y saludables que tenemos a nuestra disposición hoy en día, la cosa ha sido relativamente fácil. Hemos bajado el azúcar y la cantidad de grasa del relleno, prescindido de la base y nos ha quedado riquísima. Aunque hay que decir que nuestro paladar está acostumbrado a los dulces no muy dulces,. Si no es vuestro caso quizás tengáis que cambiar un pelín las proporciones.
Consejos para una tarta de queso más saludable
Lo primero que hemos eliminado es la base de galleta y mantequilla tan característica de muchas tartas de queso. Es deliciosa, sí, pero una buena tarta de queso no la necesita. El mejor ejemplo que podemos poner es el de la tarta de queso de La Viña. Su popularidad y fama avalan nuestra decisión ¿no creéis?
En vez de usar queso crema (tipo Philadelphia) hemos optado por requesón bajo en grasa y sal, pero un queso fresco batido desnatado funciona igual de bien. El añadido de leche evaporada y yogur natural desnatado edulcorado completan la cantidad de lácteo necesario.
Para endulzar la tarta nos hemos decantamos por el uso de panela (no nos gusta el sabor de los edulcorantes) que, al ser un azúcar sin refinar, es más saludable que el azúcar blanco común. Igualmente hemos usado una cantidad muy baja, 75 gramos de panela frente a los más de 200 gramos de azúcar que llevan otras tartas.
Para aportar un toque extra de dulzor hemos añadido arándanos a la masa, algo con lo que también conseguimos un resultado más jugoso.
De lo que no hemos prescindido es de los huevos, pero es que hasta que no inventen un sustituto bajo en calorías los tendremos que seguir usando. En cualquier caso, los cambios anteriores ya marcan una diferencia enorme y con ello, por ahora, nos contentamos.
En un recipiente amplio y hondo batimos los huevos con la leche evaporada. Añadimos el yogur, el requesón, la ralladura de limón, la panela, la esencia de vainilla y la harina de arroz (de la que reservamos un poco para mezclar con los arándanos).
Removemos la masa hasta mezclar, suavemente para no incorporar aire a la masa. Agregamos la harina reservada a los arándanos, removiendo para que se cubran de ella, y añadimos a la masa. Removemos suavemente y volcamos en el interior de un molde de horno forrado con papel de horno humedecido.
Introducimos el molde en el horno, precalentado a 180º C con calor arriba y abajo, y cocemos durante unos 50 minutos o hasta el interior esté cuajado y la superficie dorada. Enfriamos en la nevera durante varias horas, mejor de un día para otro, para que coja cuerpo antes de servir.
Con qué acompañar la tarta de queso saludable
Si no queremos añadir calorías innecesarias a esta tarta de queso saludable, lo mejor es tomarla tal cual. Es genial para servir como postre, fresca pero ligeramente atemperada de la nevera. Para un toque extra de sabor, podemos acompañar de más frutos del bosque: frambuesas, moras, etc.