Ya sabéis que la normativa europea impide usar la denominación comercial "leche" en productos de origen vegetal, pero la costumbre está arraigada y resulta duro desprenderse de ella y empezar a utilizar el término "bebida". Aunque el nombre es lo de menos, leche o bebida de almendras, porque aquí de lo que se trata es de aprender a prepararla en casa.
El proceso es realmente sencillo y rápido, tal y como podéis apreciar en el vídeo que aparece a continuación. Viene bien contar con un robot de cocina potente a la hora de triturar bien la almendra, con cuyos restos hemos leído (que no probado) que se pueden hacer hacer quesos veganos o incluso secar en el horno a baja temperatura para hacer harina de almendras, para postres sin gluten.
Esta leche (o bebida) de almendras es perfecta para quienes no consumen alimentos de origen animal, vegetarianos o veganos, así como para intolerantes a la lactosa y alérgicos a la proteína de leche. No obstante, está tan buena que no hace falta pertenecer a ninguno de estos colectivos para consumirla y, menos aún, para prepararla en casa con nuestra receta.
Remojamos las almendras en un recipiente con abundante agua, que queden bien cubiertas, durante 8-10 horas. Lo ideal es dejarlas toda la noche y continuar con la receta al día siguiente, cuando las escurrimos y lavamos bien con agua nueva.
Las introducimos en el vaso de un robot de cocina, añadimos el agua, un pellizco de sal, la esencia de vainilla y la miel. Trituramos a máxima potencia durante 2-3 minutos.
Pasamos el batido resultante por un colador de tela, una estameña o una bolsa especial para hacer bebidas vegetales. Filtramos apretando bien la bolsa para que salga todo el líquido. Ya tenemos nuestra leche de almendra lista para consumir o guardar en la nevera hasta el momento que nos apetezca.
Con qué acompañar la leche (o bebida) de almendras casera
Esta leche o bebida de almendras, bien fresca y recién sacada de la nevera, es deliciosa para consumir a la hora de la merienda con unas galletas o alguna pieza de bollería. Se puede usar como ingrediente para preparar recetas de pastelería, aportando un plus de sabor delicioso.
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