A pesar de encontrarla en los mercados durante todo el año, el otoño invita a preparar recetas con calabaza de todo tipo. Es el momento en que más sabrosas están y apetecen sus cremas, bizcochos, tartas y otros postres como esta mousse de calabaza. Nos enamoró la receta al cruzarse en nuestro camino y tardamos cero coma en animarnos con ella.
La llamamos mousse porque así es como la denomina la fuente, pero en realidad es una crema de calabaza especiada. Deliciosa, fácil y rápida de preparar, sobre todo si el puré de calabaza que necesitamos como punto de partida está ya listo. El resto del proceso es mezclar, batir, decorar y listo. Os lo mostramos en vídeo.
En un recipiente amplio y hondo mezclamos el sobre de natillas, las especias y la sal. Añadimos el puré de calabaza, la miel, la esencia de vainilla y la leche. Trabajamos con una batidora de mano para incorporar bien todos los ingredientes y obtener una mezcla cremosa.
En otro recipiente montamos la nata (que habrá de estar bien fría) con unas varillas. Incorporamos dos tercios de la nata a la mezcla de calabaza, removemos bien y repartimos en vasitos. Pasamos el resto de la nata montada a una manga pastelera con boquilla rizada y decoramos cada vasito.
Se pueden tomar en el momento, pero si queremos que cojan cuerpo es mejor guardar en la nevera un par de horas. En el momento de servir espolvoreamos un poco de canela molida sobre ellos y decoramos (opcional) con unas hojas de menta fresca, arándanos, frutos secos, etc.
Con qué acompañar la mousse de calabaza
Dependiendo del momento en que se sirva, a esta *mousse de calabaza** le puede sentar de maravilla un café, una infusión, un vaso de leche o, incluso, una copa de licor. Es perfecta como postre de una comida especial y, como se puede preparar con antelación, nos deja tiempo para dedicar a otras tareas más importantes.
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