El ratatouille es un clásico provenzal muy popular en la cocina francesa. Es un plato en el que están presentes tomate, berenjena, calabacín, cebolla, pimiento y ajo. No obstante se puede elaborar con variedad de hortalizas y existen cantidad de versiones de la receta canónica.
La más popular de todas nos llegó a través de la gran pantalla con la película de animación que lleva su nombre. Aquella espiral de vegetales cortados en finos discos, distribuidos por capas en una placa de horno untada en aceite de oliva, salpimentada, aromatizada con hierbas provenzales y asada en el horno. ¿Acaso hay alguien que no la recuerde?
Ingredientes
- Berenjena pequeña 2
- Calabacín grande 1
- Pimiento rojo 1
- Cebolla 1
- Diente de ajo pelado 5
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta negra molida
- Hierbas provenzales
Cómo hacer ratatouille
- Tiempo total 1 h
- Elaboración 30 m
- Cocción 30 m
Lavamos y troceamos la berenjena en dados de igual tamaño (o lo más similar posible). La colocamos por capas en un colador, sazonando entre capa y capa, y dejamos que suelte los jugos amargos durante 30 minutos.
Mientras tanto preparamos el resto de las verduras y las mantenemos en recipientes separados. Pelamos la cebolla y la cortamos en tiras finas (o juliana), Lavamos el pimiento y troceamos el pimiento en trozos . Lavamos el calabacín y lo cortamos en rodajas gruesas primero y después en cuartos. Pelamos los tomates y troceamos.
Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén y rehogamos la cebolla durante 10 minutos a fuego medio-bajo. Añadimos el pimiento, los dientes de ajo y rehogamos durante unos 8-10 minutos más. Sazonamos y retiramos a una fuente.
En la misma sartén rehogamos el calabacín y la berenjena, por separado, hasta que estén tiernos y añadiendo aceite si hiciera falta. Retiramos a la fuente con el resto de verduras. Incorporamos el tomate y sofreímos junto con las hierbas provenzales al tiempo que aplastamos para formar una salsa.
Cuando el tomate esté bien cocido añadimos todas las verduras a la cazuela, removemos con cuidado y cocemos 20 minutos más para que los sabores se integren. Servimos inmediatamente.
En qué se diferencian el ratatouille, el pisto y la caponata siciliana
El ratatouille francés recuerda mucho al pisto, aunque existen leves diferencias. Las verduras se cortan en trozos grandes y se rehogan por separado para dar el punto adecuado a cada una de ellas. Se reservan en una bandeja hasta el final del proceso cuando se terminan de cocer todas juntas a fuego lento.
Por otro lado el uso de la berenjena es poco común en las recetas de pisto que encontramos en la cocina española. Solo el pisto murciano la incorpora entre el resto de verduras, pero ni el manchego, ni el riojano, ni el navarro. Mucho menos el pisto primigenio, que solo se elaboraba con tomate y pimiento verde.
Hoy en día las verduras más comunes en la elaboración del pisto son ajo, cebolla, pimiento verde y rojo, tomate y calabacín. Todas ellas se sofríen en la misma cazuela y al mismo tiempo, incorporando primero las más duras y dejando las más tiernas, como el calabacín, para el final. Con esto queda asegurado que todas quedan en su punto.
Este es, sin embargo, un punto en común con la caponata siciliana. Este clásico de la cocina italiana, de raíces judías, tiene como protagonista a la berenjena y como característica principal su sabor agridulce. En ella entran en juego otras verduras como el apio, la cebolla, el ajo, el pimiento y el tomate, que siempre va triturado. Y se les suman aceitunas verdes y alcaparras. También hay quien añade anchoas en salazón, uvas pasas y/o frutos secos.
Con qué acompañar el ratatouille, el pisto y la caponata siciliana
El ratatouille se puede degustar frío o templado, aunque como más nos gusta es como guarnición caliente de todo tipo de carnes y pescados. Es una buena forma de tomar cantidad y variedad de hortalizas, que algunas veces escasean en nuestras comidas.
El pisto es excelente como plato único si lo acompañamos de un par de huevos fritos, aunque todo depende de la versión que hagamos. El pisto navarro lleva el huevo de serie, bien integrado y cocido por efecto del calor de las verduras. Mucho pan a la hora de servirlo, esto es casi imperativo.
La caponata siciliana se suele servir fría y como aperitivo. Deliciosa sobre rebanadas de pan de pueblo, pan de pita u otro soporte crujiente como tortas de maíz cortadas en triángulos y fritas.
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