Sorprende este San Valentín con Sangría Lolea La Cala, de Albert Adrià

Vaya por delante que soy muy fan de Sangría Lolea. Me encanta cómo han conseguido transformar algo que a muchos les suena a rancio y darle un toque gourmet, una elaboración cuidada y un envoltorio a la altura. Si encima se unen a Albert Adrià y al Maestro Coctelero Marc Álvarez para crear esta Sangría Lolea Nº19: La Cala, pues ya tienen toda mi atención.

El nombre de La Cala no es baladí, responde a la marca que ha creado Adrià y bajo la que ampara un abanico de productos delicatessen andaluces (con especial afinidad por Cádiz): quesos, vinos, conservas y, cómo no, esta sangría que he tenido la oportunidad de probar.

Diseño y aspecto

Si ya me encantaba el diseño de botellas clásicas con tapón de gaseosa vestidas de lunares de las otras sangrías Lolea, este no podía ser menos. En este caso se trata de una botella oscura aunque translúcida, en la que el rojo de los lunares contrasta con el negro de la sangría, dándole a la botella un aspecto elegante pero con un toque desenfadado, perfecto para un San Valentín.

Cuando la vertemos en el vaso (sin hielo, tal como indican las instrucciones) nos encontramos con la sorpresa de que se trata de una sangría espumosa, muy espumosa, demasiado espumosa me atrevería a decir. Y es que para servirla sin que la espuma se desborde hay que hacerlo en varios pequeños tramos, ya que sale una espuma similar a la del cava.

Eso se debe a que hay agua carbonatada entre los ingredientes, algo poco habitual en una sangría, por no decir inédito, pero que busca darle un toque "frizzante", interesante para el vermut.

Probamos la Sangría Lolea La Cala de Albert Adrià

La Sangría Lolea La Cala de Albert Adrià se define como "una sangría gastronómica, revisando la elaboración tradicional de la sangría para adaptarla a su filosofía, técnica y concepto gastronómico. El resultado es una sangría con personalidad propia, con canela, romero y naranja como base de la estructura de Lolea Nº19".

Desde luego, Lolea La Cala es una sangría con personalidad, aunque igual es una personalidad demasiado forzada. De tan diferente que quiere ser, se pasa, y el resultado, aunque sorprendente y original, no acaba de cuajar. El toque de naranja y el de canela están muy bien (el romero se nota menos) pero no resulta tan agradable de beber como sus hermanas la Nº1 y la Nº2, pareciéndose más a un vino tipo lambrusco (todos los que la probamos coincidimos casi al unísono al describirla) que a una sangría.

Para resumir la experiencia, la palabra que me viene a la mente es decepción, que no decepcionante. Me explico, es como cuando vas a ver una gran obra de teatro, al concierto de tu cantante favorito o a ver jugar a Messi, y no tienen su mejor día. El resultado probablemente siga siendo bueno, incluso superior a la media, pero no excelso ni sublime, y en ese sentido la Sangría Lolea La Cala es un poco una decepción, aunque no tanta como para que no siga confiando en lo siguiente que inventen estos chicos.

Más información | Sangría Lolea
En Directo al Paladar | Lolea, por fin una sangría embotellada que está buena

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