Me encanta hornear galletas caseras de todo tipo y hacer la típica -y obligatoria- cata de la primera en cuanto salen del horno. Mis favoritas son las más simples, cuando no hay que dejarlas enfriar ni necesitas el rodillo o cortadores de formas, como estas galletas de avena con pasas. Es una receta sencilla ideal para principiantes o incluso para preparar con niños en casa.
La cantidad de pasas se puede ajustar al gusto, cambiar por otro fruto seco o incluso chips de chocolate. A mí me gustan ligeramente crujientes, pero quien las prefiera más tiernas tiene que hacer porciones más gruesas y hornearlas durante menos tiempo. La proporción de avena de esta receta es mayor a la de harina y eso las hace más rústicas y con mejor textura.
Precalentar el horno a 180ºC y preparar dos bandejas engrasándolas o cubriéndolas con papel sulfurizado. Colocar la mantequilla atemperada en un recipiente mediano, añadir el azúcar y batir con batidora de varillas durante dos minutos.
Añadir la esencia de vainilla, la canela y la sal y batir un poco más. Agregar el huevo y batir hasta que quede incorporado. Echar entonces la harina con la levadura y batir a velocidad baja para integrarlas. Agregar los copos de avena, batir ligeramente y echar las pasas.
Terminar de mezclar todo con una espátula o lengüeta hasta tener una masa homogénea. Tomar porciones con ayuda de un par de cucharillas y colocarlas en las bandejas, dando forma más o menos redondeada y dejando separación de un par de centímetros entre las galletas.
Añadir unas pasas extra y escamas de sal gruesa por encima, si se desea. Hornear una bandeja cada vez durante unos 11-13 minutos, hasta que se hayan dorado y se empiecen a tostar un poco por los bordes. Dejar enfriar sobre una rejilla.
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Con qué acompañar las galletas de avena con pasas
Unas galletas como estas de avena con pasas piden un vaso de leche, café o una bebida vegetal bien fría para mojarlas, en el desayuno o la merienda. También son estupendas para llevar bien envueltas y picar algo si vamos de excursión o simplemente para compartir con invitados en casa junto con una taza de té o la infusión que más nos guste.
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