Difícil es la reforma del sector del vino en Europa, la COPA-COGECA (agrupación de agricultores de la Unión Europea) acaba de rechazar las reformas propuestas por el gobierno de la Unión, estas reformas imitan la conducta de los llamados vinos del nuevo mundo donde priman menos normas de control de calidad y una liberación de las plantaciones.
Las reformas, como en todo, presentan su lado positivo y su lado negativo, la reducción del arranque de viñas sería algo positivo, recordemos que hace un año dábamos la noticia sobre la intención de la Unión Europea de arrancar 400.000 hectáreas de viñedo en 5 años, siendo España uno de los países más afectados. El lado negativo para los agriculores sería porque va en contra del llamado modelo vitivinícola europeo.
Hasta el próximo 4 de julio no se dará a conocer la propuesta legal que contempla, entre otros, arrancar solamente 200.000 hectáreas de las 400.000 que planteaban en un principio (faltará saber qué país es el más afectado, aunque suponemos que nuevamente España). También plantea que en el año 2013 se libere el cultivo del viñedo poniendo fin a los derechos de plantación. Vayamos por partes, lo que plantea la Comisión Europea tiene los siguientes objetivos, aumento de la competitividad entre los productores de vino, esto es algo importante ya que podremos disfrutar de mejores vinos gracias al mayor esfuerzo competitivo, aunque esto no casa con reducir las normas de calidad. Reforzar la fama de los vinos europeos, en el post sobre La mitad de las Denominaciones de Origen Europeas pertenecen a Italia, mostrábamos lo importante que es reforzar una marca y los beneficios que puede presentar.
Recuperar cuotas de mercado, para culminar este punto será necesario un gran trabajo en comunión que vemos quizá un poco difícil. Equilibrar la oferta y la demanda, este punto siempre que se ha tocado ha afectado con más notoriedad a España y esto realmente debe molestar a los productores españoles que ven como otros mercados de la Unión son mucho más favorecidos y beneficiados. Mucho se podría hablar sobre este tema, aunque quienes realmente deben hablar y luchar por sus intereses son los agricultores y el mundo enológico en general, ellos son los interesados y quienes mejor podrían plantear qué tipos de reformas son necesarias.
No sólo hay que mirar el punto de vista económico, que esa es la impresión que nos da la comisión del Gobierno de la Unión. La liberación de las plantaciones afectaría seriamente a las denominaciones de origen y flexibilizar los criterios de calidad es algo que no concebimos, ¿de qué se trata?, ¿no se ha dicho siempre que lo importante es superar la calidad de los demás?, que tome la Unión Europea el modelo italiano como ejemplo, ellos no miran el precio al que han de vender, pero sí la calidad y parece ser que les funciona.
Lo que deducimos es que no saben muy bien por donde andan y que plantean nuevas cuestiones y reformas según el viento que sople. En fin, veremos como acaba esta situación, aunque esperamos que la solución que se tome favorezca a los productores y como no, especialmente a los productores españoles.
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