Son una maravilla las reuniones familiares que en verano se suceden, se hace una recopilación de productos típicos, artesanos y de calidad de los lugares de residencia de cada uno que, personalmente, nos satisface casi tanto como reencontrarnos con nuestra familia.
Ayer fue el día de nuestro reencuentro con alimentos tradicionales de Valladolid, entre ellos el pan, un producto con Marca de Garantía del que conocemos varios tipos, candeal, semicandeal y de flama, el de la imagen es el candeal -de cuadros- lechuguino (también hay candeal de cuadros y cantero). Se trata de un pan con miga prensada, tierno y “jugoso”. Está elaborado con masa madre y una larga fermentación, por lo que desprende un gran aroma, aporta un singular sabor y su duración aumenta.
No queremos poneros los dientes largos pero vamos a tostarlo ligeramente, a regarlo con un buen aceite de oliva y acompañarlo con jamón de la zona.