La galera empieza a adquirir el valor gastronómico que merece

La galera empieza a adquirir el valor gastronómico que merece
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La galera es un crustáceo malacostráceo que se da en la zona del Mediterráneo, en la costa valenciana hay buena cuenta de ellas, por lo que también se las denomina “carabela valenciana”. A pesar de que su caparazón ligeramente blando, es tan molesto como el de las cigalas, su interior esconde una carne muy jugosa y sabrosa.

Lamentablemente ha sido un marisco infravalorado, muy utilizado para dar sabor a los caldos, lo que garantiza que están riquísimas, pero no se había extendido su consumo como protagonista de un plato, pues al tener poca proteína la carne mengua bastante.

Cada vez son más los restaurantes, sobre todo los que se encuentran en la costa valenciana, que dan el valor que tiene a las galeras. Basta con hacerlas a la brasa o a la plancha con un poquito de sal y un buen aceite de oliva. Tijera en mano para abrirlas fácilmente y a disfrutar de una carne fina y muy gustosa.

También es habitual cocerlas en agua salada para su degustación, sin duda son una apuesta segura para un arroz u otros guisos marineros. Se las considera una exquisitez en los meses fríos, cuando se encuentran con huevas, ahora es uno de los buenos momentos.

Algo que también juega a su favor es el precio, dado que su uso es de segundón, no suele superar los seis euros el kilo.

Hace un par de días pudimos disfrutar de unas galeras de Vinaròs frescas, y la verdad, fue uno de los platos estrella.

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