Después de dos semanas de vacaciones en California, estoy de regreso con montones de experiencias que comentar. En los últimos 15 días visité San Francisco, Los Angeles y San Diego cada una muy distinta de la otra en todos los sentidos. En los próximos días estaré contándoles de los días que pasé en San Francisco y lo que pude probar.
San Francisco es una ciudad única, completamente diferente al resto de las ciudades de los Estados Unidos que conozco e impresionantemente hermosa con sus calles empinadas que de pronto descubren una impresionante vista de la bahía y que muchas veces nos resultan familiares de tanto verlas en las películas. Es también un paraíso para quienes nos gusta el buen comer ya que la mezcla de culturas que conviven en la ciudad hacen que su oferta gastronómica sea muy rica y diversa.
Antes de mi viaje ya tenía una buena idea de lo que me interesaba tratar de probar y hubiera podido pasar muchos días más para completar la lista de lugares en los que hubiera querido comer y visitar.
La ciudad está llena de tiendas y mercados pequeños con muchos productos de producción local y muy inclinados a la venta de productos orgánicos. En todos los sitios que visitamos en California nos sorprendió lo orientados que están en tratar de sembrar en la gente conciencia ecológica y en San Francisco en los mercados noté que están tratando de estimular a la gente a consumir los productos que se producen en la región.
Los productos del mar son super frescos y todavía la temporada de cangrejo no había terminado, así que nos dimos banquete y tuvimos oportunidad de comer cangrejo dungeness (la variedad de cangrejo más común de la costa del Pacífico que se extiende desde Alaska hasta California) fresco acompañado de mantequilla con ajo, en croquetas, chowder y bocadillos.
También comimos pan sourdough, típico del Norte de California, con un sabor un tanto amargo y ácido que a primera impresión a mi me resultó un poco extraño hasta que el paladar se acostumbra al sabor.
No faltó un almuerzo o más bien debería decir un festín de Dim Sum deliciosos, algunos descubrimientos golosos, un paseo por el Ferry Building un centro de tiendas gourmet especializadas en las que provoca comprar y probar todo y otras experiencias que ya les iré contando en detalle en los próximos días.
También les contaré de algunos de los sitios donde comimos en el recorrido entre San Francisco y Los Angeles, para después llegar a San Diego, donde por supuesto no dejamos de comer tacos de pescado, que nos parecieron exquisitos.
Así que continuará...