Con los espárragos verdes tengo un cierto problema: me gustan prácticamente de todas las formas posibles. Cuando los veo de oferta haciendo la compra siempre se viene un manojo a casa aunque no sepa qué voy a hacer con ellos. El otro día recordé una receta que vi en alguna parte hace tiempo así que esta ensalada templada de espárragos verdes con huevo poché me apañó el almuerzo en un periquete.
Es un plato muy primaveral, fresco y lleno de sabor y textura, que ya nos prepara para el verano y sus recetas frías. Para que sea un éxito hay que procurar tener buenos espárragos, huevos camperos y no pasarse en la cocción de ninguno de los dos. La vinagreta se puede sustituir simplemente por un aliño de aceite de oliva virgen extra, pero que no se nos olvide la ralladura y el zumo de limón, añaden frescor y un punto ácido que remata el conjunto.
Llevar un recipiente con agua al congelador unos minutos. Lavar bien los espárragos, los rabanitos, el limón y el perejil. Cortar la parte leñosa de la base de los espárragos y cortar en dos partes si fueran muy largos. Llevar agua a ebullición en una sartén o cacerola y blanquear los espárragos unos 2-4 minutos, dejándolos al dente. Escurrir rápidamente y enfriar en el agua helada. También se pueden usar cubitos de hielo.
Una vez fríos, separar las puntas y cortar cada espárrago longitudinalmente en dos o tres cintas largas. Repartir en dos platos dando forma un poco redondeada, como un nido. Cortar los rabanitos en láminas finas y luego en medias lunas. Repartir. Preparar el aliño batiendo el zumo de medio limón con la mostaza, el vinagre y aceite de oliva.
Cocinar los huevos pochándolos en agua hirviendo o usando el método del plástico film, por si no tenemos mucha maña creando el remolino en el agua. Dejar la yema semilíquida, o al punto deseado, no deberían cocerse más de 2-4 minutos. Colocar con cuidado un huevo en el centro de cada plato, salpimentar, aliñar y añadir ralladura de limón, perejil picado y semillas de amapola al gusto.
Con qué acompañar la ensalada
Esta ensalada templada de espárragos verdes con huevo poché es un plato saciante pero ligero, muy sabroso gracias al punto de los espárragos y el toque tan refrescante del limón. Es un placer romper la yema y dejar que inunde todo el plato, mezclándose con todos los sabores. Es muy recomendable tener buen pan a mano.
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