Un comentario que siempre oigo por ahí en este mundo del vino es que en España no se hacen buenos blancos que aguanten años en botella, que envejezcan bien y que puedan, ya no mostrar sus virtudes al cabo de unos años, si no tan sólo mantenerse vivos.
Así es. Es un tema recurrente, una opinión generalizada, pensar que la asignatura pendiente de la viticultura española son los vinos blancos de guarda.
Pero generalizar siempre tiene sus peligros. Se corre el riesgo de obviar ejemplos de lo contrario.
Para muestra, un botón:
Tenía yo cinco años cuando la Viura y Malvasía de este Viña Tondonia Blanco Gran Reserva 1973 crecía y maduraba en los viñedos de don Rafael López de Heredia. Recién cumplía los seis, cuando el racimo fue seleccionado y cortado a mano, transportado en cestos de mimbre y madera hasta el lagar. Se prensó y fermentó. Y como no tenía nada mejor que hacer, reposó en barricas de roble esperando a que yo me hiciera adolescente.
Ese verano cumplí los trece. En enero, el vino se embotelló. En la tele se estrenaba "El espantapájaros y la Sra. King", moría en la carretera el cantante de Triana, y en el cine echaban "El retorno del Jedi"..., snif.
Y es ahora, en plena crisis de los cuarenta, que me bebo este vino. Y me reconforta.
Es un placer. Desnudar la botella de su malla dorada, tan clásica. Quebrar el lacre con cuidado hasta hacerse con el suficiente espacio para sacar el tapón sin que se rompa. Comprobar como el corcho está en perfectas condiciones: firme y compacto. Recibir en nariz las primeras impresiones: perfecto, no hay oxidación ni reducción excesiva. Finalmente verter en la copa el vino y empezar a escuchar lo que nos quiere decir.
Y nos habla con voz tersa y suave, con un discurso marcado por su edad, como no podía ser de otra manera: mieles, ceras, panales; montebajo, hierbas aromáticas, camomila; membrillo, pomelo, ciruelas blancas. Complejidad. Incluso nos sorprenden toques de hidrocarburos como en los rieslings añejos. En boca, buen cuerpo, untuoso y con la acidez en primer plano dando frescor y vida. Buena persistencia y en retronasal, otra vez hierbas y flores secas.
Un vino complejo y sorprendente. Único en su especie. Una excelente demostración de tipicidad que no va a dejarnos indiferentes.
Sin duda. Ha valido la pena esperar.
Bodegas López de Heredia, Viña Tondonia Blanco Gran Reserva 1973
Zona: DO Rioja / Haro /Rioja Alta Variedades: 85% Viura, 15% Malvasia Graduación: 12% Alc. Precio: 40-50 euros Puntuación: 9
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