La hipertensión es un problema muy frecuente entre la población de nuestro país, sobre todo en aquellos que tienen una edad superior a los 40 años y suman algunos factores de riesgo, tales como la obesidad o el tabaquismo.
Esta enfermedad es grave, no solo por lo que significa en sí misma, sino porque es uno de los factores de riesgo más importantes a la hora de padecer una enfermedad cardiovascular o cerebrovascular, las causantes de la mayoría de las hospitalizaciones y muertes en nuestro país.
Nuestra alimentación es uno de los factores estrechamente relacionados con la aparición y el desarrollo de la hipertensión y dentro de nuestra alimentación juega un papel muy importante la adición de sal en las comidas, ya que sus iones influyen en la circulación de la sangre al alterar los volúmenes tanto de esta como del fluido extracelular de cuerpo, sobre todo en las personas que son más propensas a tener la tensión alta.
Por eso, una vez diagnosticada la hiperetension es necesario que reduzcas tu consumo de sal, sin embargo no es lo único que debes hacer, existen otros factores de riesgo a tener en cuenta y que si sigues manteniendo, a pesar de reducir el consumo de sal, no acabarás con el problema.
Estos son algunos consejos que debes seguir si tienes la tensión alta:
disminuir el consumo de sal en las comidas (se calcula que consumimos 3 veces más sal de la necesaria)
disminuir el consumo de café así como de bebidas estimulantes
dejar el tabaco
dejar de consumir alcohol de forma abusiva
perder peso en los casos de obesidad
realizar ejercicio físico al menos 30 minutos diarios 3 veces a la semana
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