Como cada invierno por estas fechas, llega la temporada de la trufa negra de invierno: la tuber melanosporum. Un amigo mío, muy aficionado al consumo de este hongo con vocación de tubérculo, suele traerme unos cuantos ejemplares recolectados en el Pirineo para mi consuelo y solaz.
Este año no ha sido la excepción. Así que, amigos lectores, prepárense para una serie de posts con este ingrediente como protagonista. Para empezar, esta mantequilla de trufa negra. Les dejo con la receta.
Los ingredientes
150 gr. de mantequilla, 25 gr. de trufa negra de invierno (tuber melanosporum)
La preparación
Dejamos la mantequilla una mañana que se atempere fuera de la nevera. Cuando la mantequilla esté a punto de pomada, troceamos a cuchillo o rallamos la trufa negra de invierno. Mezclamos bien ambos ingredientes con la ayuda de un tenedor o un utensilio de varas.
A partir de ahora, debemos darle forma. Para ello podemos poner la mezcla en diversos moldes. En esta ocasión decidimos hacerla de forma cilíndrica. Para ello, ponemos un film de plástico extendido sobre una esterilla para enrollar. Podemos usar una de estas que venden para hacer sushi o cualquier otra. Hay unas de silicona muy prácticas.
Con la esterilla y el film enrollamos la pasta hasta formar un cilindro de las dimensiones que queramos. Con 150 gr. de mantequilla da para dos cilindros como los de la foto. Compactamos bien y seguidamente ponemos en el congelador los cilindros, con el plástico, para que se solidifiquen. Unos 10 minutos serán suficientes.
Una vez bien sólido el cilindro debemos guardar dos o tres días en la nevera para que el aroma de la trufa alcance toda la mantequilla. Una vez bien aromatizada ya podemos poner en el congelador para largas guardas o dejar en la nevera para consumo a corto plazo.
La degustación
La mantequilla de trufa la podemos utilizar de diversas maneras. Tanto si la guardamos en la nevera como en el congelador, sólo tenemos que cortar en finas secciones cilíndricas para poder untarla en unas tostadas de aperitivo, como un canapé, por ejemplo, o para que nos sirva para aliñar un buen plato de pasta, un risotto, la carne o el pescado. Ustedes deciden.
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