Los consumidores se buscan la vida y encuentran soluciones y supermercados donde sacrificar menos parte de sus ingresos
Con la inflación desbocada las familias numerosas no lo tienen fácil, menos aún las numerosas. Cada día cuesta más llenar la cesta de compra y cuando hay que dar de comer a tantas bocas todo se complica.
Las verduras, frutas, carnes y pescados son (o deben ser) la base de la alimentación familiar y sus elevados precios, junto al de los productos de higiene (en especial los pañales) cuando en las casas hay niños menores de tres años, está disparando por completo este gasto.
Ante esta tendencia, que parece ser más una realidad que ha llegado para quedarse que una oscilación del mercado, los consumidores se han buscado la vida y han encontrado soluciones y supermercados donde sacrificar menos parte de sus ingresos para reponer sus despensas.
Es el caso de la tiktoker @anna_vizcaino, que en el vídeo Compra semanal en el supermercado para una familia numerosa, con medio millón de reproducciones, ofrece diferentes consejos para hacer la compra (en su caso para siete personas) y no dejarse el sueldo entero.
“Compraré aproximadamente lo que consumimos en una semana”, avanza la influencer en las puertas de Lidl, que avisa de entrada que hay algunas cosas que no cogerá porque hay productos que adquiere en otras tiendas.
Ecológico y de proximidad
Para hacer el reto aún mayor, la tiktoker prioriza en sus adquisiciones los productos de proximidad y los alimentos ecológicos. “¿Cómo lo consigo sin dejarnos el sueldo?”, se pregunta, y la respuesta es para ella fácil: consiste en dividirse la compra por partes y hacer la parte más grande en Lidl, para lo que se sirve de uno de sus hijos.
En Lidl compra los productos bio que “están a un precio muy asequible”, y que además cunden muchísimo, dice. “Lo consigo en Lidl me lo traen en Veritas, online”, añade.
En la cadena alemana aconseja comprar productos ecológicos como aguacates, que en su familia gustan muchísimo y los usa para muchas preparaciones (de hecho se lleva tres packs de tres unidades) y kiwis, cuando son de temporada porque “están muy bien” y evitan resfriados.
Mención aparte merecen las manzanas: “Creo que no dejo ni una en el propio Lidl porque me llevo un montón”, ya que la mayoría de desayunos que hace para sus hijos llevan esta fruta ( al menos se lleva una docena de packs de cuatro manzanas para una semana).
También son abundantes los tomates y calabacines ecológicos que con los que llena el carro para hacer “un montón de crema de calabacín, un producto que usa en abundancia también como las zanahorias, de las que se lleva al menos cinco packs, ya que su familia se las come crudas a media tarde. Ahora bien, en Lidl no compra ni carne ni pescado, sino que ella elige carnicerías y pescaderías de confianza.
Asimismo, en Lidl coge algunos productos que le faltan de despensa y algún “caprichito” como chocolate negro, aceite, cereales sin azúcar para el fin de semana, algunos nachos para mojar en guacamole casero y unas tostas bio que “van muy bien como tentempié del cole”.
La cabeza de familia también enseña una quinoa tricolor bio para hacer con pollo, así como mozzarella para hacer con pasta y con pizza. Aparte de coger pan del día, en Lidl compra huevos frescos ecológicos que usa muchísimo (se lleva 40 huevos).
140 litros de agua
No menos exagerado es el consumo de agua de esta familia de siete personas que (con un problema en la instalación de agua de su hogar que le impide instalar un filtrado) se ve obligada a comprar 28 garrafas de cinco litros que duran entre una semana y una semana y media.
El carro de comida y el de agua que muestra en el vídeo es, por 163 euros, “más o menos” la mitad de lo que esta familia consume en una semana, y la compra de Veritas es una cantidad parecida, asegura.
De su compra de Veritas, que añade al final del vídeo, muestra cinco kilos de plátanos, otros cinco de peras y otros cinco de fresas, además de mandarinas, coliflores, naranjas, alcachofas, acelgas y ensaladas.
De despensa compra pan de molde, dos kilos y medio de arroz integral al por mayor y unos cinco o seis paquetes de macarrones, y frutos secos. También, palitos y mini crackers de espelta.
La mayoría de los usuarios se llevan las manos a la cabeza en los comentarios haciendo cálculos sobre el dineral que esta familia gasta cada mes en comida, no inferior a 1.200 euros. "¿En qué trabajáis?", exclama uno.
Otros le reprochan la gran cantidad de productos saludables y bromean con que esa compra no sería aceptada por sus hijos. Otros aconsejan comprar en almacenes y fruterías de mercadillo para que la compra salga todavía más barata.
Fotos | krakenimages/Unsplash,National Cancer Institute/Unsplash y Jessica Rockowitz/Unsplash.
En DAP | Nuestros embutidos favoritos de BonÀrea: el supermercado donde el cerdo es el rey
Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com
VER Comentarios