La operación casi acaba en desastre, pero el reto tiene final feliz
Lo que nos gusta en las fiestas de pueblo cocinar cosas a lo grande para dar de comer a todos los vecinos y visitantes. Y si se puede batir algún récord mundial, mucho mejor. Claro que siempre será más fácil preparar una paella gigante que una tortilla de patatas mastodóntica, pero en Melide, A Coruña, no parece haber reto por delante que frene el espíritu emprendedor.
El pasado fin de semana se celebró en esta localidad la primera Feria del huevo campero, patrocinada por la empresa local Ecocentro El huevo de la abuela. Y entre diferentes concursos, degustaciones y otras actividades, el plato fuerte que se ha llevado todo el protagonismo era el desafío de lograr la tortilla más grande del mundo y así entrar en el Libro Guinness de los récords.
Esta proeza culinaria necesitaba, primero, reunir cantidades ingentes de sus ingredientes básicos; en total se utilizaron 1.700 kilos de patatas, 300 litros de aceite, 30 kilos de sal y 15.000 huevos camperos aportados por la empresa patrocinadora. Pero la gran dificultad estaba no tanto en el cocinado en sí, usando una sartén gigantesca de cinco toneladas, sino en el momento crítico en el que habría que darle la vuelta. Porque al fin y al cabo se trataba de cocinar una tortilla clásica, nada de tortillas vagas tramposas.
El objetivo se logró gracias a una compleja operación en la que participaron 70 personas, utilizando una gran grúa para efectuar el peligroso giro de la sartén que, llena, pesaba ya 8 toneladas. El desafío casi acaba en desastre, pues, según narran en La Voz de Galicia, "justo en el momento en el que la sartén gigante tenía que darse la vuelta se quedó a medio camino", empezando además en esos momentos de incertidumbre a escaparse el huevo a medio hacer. Finalmente, operarios mediante y tras sustituir algunos tornillos, la tortilla fue volteada, destapada y terminada de cocer.
Se logró batir el récord y todos los asistentes pudieron dar buena cuenta del resultado, unas 5.000 raciones generosas de tortilla al estilo gallego, no tan cruda como la de Betanzos, pero bien jugosa y, por supuesto, sin cebolla.
Imágenes | El huevo de la abuela - TikTok
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