Las patatas fritas de bolsa son un vicio y muchos no podemos pasar un fin de semana sin su sabor salado, su toque pringoso y el crujir de su textura, pero obviamente no son la mejor propuesta nutricional.
Ahora bien, también es cierto que no todas las patatas chips de bolsa son lo mismo, ya que algunas contienen unos ingredientes de mejor calidad que otras y no tienen las mismas repercusiones en nuestro organismo.
El tiktoker experto en nutrición @macrobiotadesdecero admite que este vicio en el que casi todos caemos ocasionalmente presenta diferencias “abismales” entre la calidad de unas y otras.
A su juicio, lo primero que hay que hacer es evitar las patatas fritas de bolsa que tienen como ingrediente principal la sémola de maíz, la harina de maíz, el almidón, la harina de patata o los copos deshidratados de esta.
Esto es así porque todos estos ingredientes que enumera en su vídeo suelen estar “cargados de aditivos”, de manera que no son una opción demasiado saludable para elegir proactivamente.
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Para él, un “mal menor” serían las patatas fritas en aceite de girasol, pues al menos el ingrediente base es la patata real. Ahora bien, la opción óptima son las patatas fritas en aceite de oliva virgen extra. “Haberlas, las hay”, asegura el experto.
En esta oferta variada, el técnico superior en dietética remarca la disponibilidad en el mercado de hortalizas y tubérculosfritos también en aceite de oliva.
En conjunto, recuerda que en ningún caso se trata de productos saludables pero las diferencias nutricionales son, en estos casos, muy importantes.
Foto | Gonzalo Ruiz
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