En las últimas semanas se han sucedido en las redes sociales quejas de numerosos clientes de Mercadona en relación a un supuesto desabastecimiento de melones y sandías, las frutas más populares del verano. Ya entrado julio, la campaña debería estar a pleno rendimiento, pero parece que la cadena de supermercados tiene problemas para surtir algunas de sus tiendas con estos productos.
La propia cuenta de Twitter de la empresa valenciana ha confirmado el problema respondiendo a sus clientes, lamentando y asumiendo la situación, dando una escueta explicación. El único motivo parece ser ajeno a la propia compañía, pues Mercadona alude a una "climatología adversa" que ha reducido la producción de algunos de sus principales proveedores, reduciendo así el producto disponible para vender.
"Actualmente no disponemos de la cantidad y condiciones adecuadas para ofrecer el producto con normalidad", confirma la empresa, "Por ello, puede haber faltas de servicio en algunas de nuestras tiendas". Es decir, determinadas condiciones climáticas pueden haber provocado una reducción de las cosechas estimadas inicialmente. Y lo que afecta al agricultor, repercute directamente en el consumidor, pasando por el otro eslabón de la cadena alimentaria, distribuidores y comercios.
Las noticias que nos han ido llegando desde el campo por parte de empresas hortofrutícolas, asociaciones y cooperativas agrarias certifican la información de Mercadona. El clima adverso, marcado por temperaturas muy elevadas y extrema sequía en primavera, seguida de violentas lluvias torrenciales y granizo a las puertas del verano, han lastrado la producción no solo de estas frutas, también de otros cultivos estivales.
En el caso de la sandía y el melón, además, se ha dado un descenso de la propia superficie productiva, que también repercute en la propia producción total de frutas. Por si esto fuera poco, la sequía ha llevado también a que algunas zonas del campo valenciano sufran los efectos de hambrientas manadas de jabalíes que han arrasado con miles de kilos de cosechas.
El desabastecimiento de melón y sandía en Mercadona también afecta a otros comercios que dependan de los proveedores más perjudicados por las condiciones climatológicas adversas, aunque es en la cadena valenciana donde los clientes parecen hacer más ruido por su gran cuota de mercado y popularidad, tanto positiva como negativa. La propia empresa suele recibir críticas porque apenas hay reposición, encontrándose muchos estantes vacíos de frescos y otros productos en las últimas horas de la tarde.
La disminución de las cosechas tiene otro efecto negativo para el consumidor; a menor producción, mayor cotización. Ya en 2022 se dispararon los precios de las frutas de verano, y este año se mantienen muy elevadas. Se espera que a medida que avance la campaña en otras zonas productoras mejore la situación en ambos frentes, de abastecimiento y de precios.
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Fotos | Mercadona
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