La multinacional de bebidas The Coca-Cola Company ha sido una de las últimas grandes compañías internacionales en suspender sus operaciones en Rusia con motivo de la invasión a Ucrania. En el breve comunicado, emitido ayer desde su sede en Atlanta, la compañía anunciaba que paraliza su actividad en el país con efectos inmediatos, y que continuarán "vigilando y evaluando la situación a medida que evolucionen las circunstancias".
Coca-Cola se convierte así en uno de los últimos grandes gigantes de la industria alimentaria mundial en dejar de operar en territorio ruso, tan solo unas horas después de que hiciera lo propio McDonald's con el cierre de sus locales. "Nuestros corazones están con la gente que está soportando los efectos desmesurados de estos trágicos acontecimientos en Ucrania", reza el comunicado, sin firmar.
El nombre de Coca-Cola era el que faltaba para la lista de marcas icónicas que simbolizan el capitalismo del estilo de vida americano al que durante tantos años se resistió la Unión Soviética tras la II Guerra Mundial, y que con tanta ironía y humor reflejó Willy Wilder en su película 'Uno, dos, tres'. Por su parte, Pepsi-Co, la gran competidora de Coca-Cola, ha anunciado que suspende la venta de sus productos en Rusia, aunque manteniendo la actividad en los productos lácteos y fórmulas infantiles.
La cadena de cafeterías Starbucks tardó más en llegar que McDonald's pero hace años que su reconocible iconografía es un elemento más de la vida urbana de las principales ciudades rusas. La compañía de Seattle también ha decidido cerrar temporalmente sus más de 100 locales en el país. También Nestlé ha detenido su actividad en territorio ruso.
A estas empresas alimentarias que abandonan Rusia por la guerra de Ucrania se suman otras grandes multinacionales de la talla de Ikea, Inditex, Prada, Chanel, Puma, Netflix, Apple, Samsung, Google, Meta (Facebook), TikTok, Youtube, Visa, Mastercard o American Express.
Imágenes | Coca-Cola - Achimp Hepp
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