Aprobado por el Congreso de Colombia en noviembre de 2022, el conocido como 'impuesto saludable' ya es una realidad en el país latinoamericano. Tal y como ha confirmado el propio Ministerio de Salud y Protección Social, la nueva tasa que recoge la Reforma Tributaria ha comenzado a regir como una de las estrategias promovidas por el gobierno para impulsar hábitos saludables entre la población.
También llamada popularmente como 'ley de comida chatarra' (comida basura), esta reforma y con su artículo 54 es uno de los puntos clave y más ambiciosos del presidente Gustavo Petro, cuya aprobación en la Corte Constitucional el pasado mes de octubre dejó la vía libre para su aplicación definitiva.
Este impuesto afecta a numerosos productos ultraprocesados y bebidas azucaradas, muy consumidos en todo el país en todos los grupos de edad, vinculados a las altas tasas de sobrepeso, obesidad y enfermedades derivadas, como diabetes, caries o hipertensión.
La medida se suma así al sello frontal de advertencia nutricional, también aprobado en 2022, que advierte al consumidor sobre el exceso de azúcares, sodio, grasas trans y saturadas y edulcorantes presentes en multitud de productos.
Con estas estrategias, el objetivo del gobierno es “desincentivar las bebidas azucaradas y migrar hacia un mayor consumo de agua potable y de los comestibles procesados; así como la ingesta de más frutas, verduras, carnes, leguminosas, huevos, leche, clasificados como alimentos frescos y naturales”.
La medida no solo sigue así el ejemplo de varios países europeos en cuanto a aplicar una tasa al azúcar, de la que Cataluña fue pionera en nuestro país, sino que es mucho más ambiciosa al atacar directamente también a los ultraprocesados. Es un caso único en América y también en todo el mundo, como reconoce el economista Guillermo Paraje en declaraciones a El País.
Se trata además de un impuesto progresivo, otra novedad pionera de la reforma. La tarifa del impuesto saludable arranca ya este 2023 con un 10%; en 2024 subirá a 15%, para elevarse finalmente en 2025 hasta el 20%.
La lista de productos afectados por la tarifa es amplia, incluyendo desde todo tipo de refrescos, zumos, néctares y bebidas azucaradas, hasta cereales de desayuno, chocolates, dulces, embutidos, frutas confitadas, salsas, helados, o condimentos con altos niveles de socio, azúcares y/o grasas saturadas.
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