Ucrania es conocida desde hace siglos como el “granero de Europa” y hoy es, en gran medida, el granero del mundo. El año pasado aumentó su producción de cereales en un 32% hasta alcanzar los 85,7 millones de toneladas. Si sumamos su producción a la de Rusia, representan un tercio de las exportaciones mundiales de trigo, una quinta parte del comercio de maíz y casi el 80% de la producción de aceite de girasol.
No es de extrañar, por tanto, que la invasión de Rusia a Ucrania haya puesto patas arriba los mercados de cereales en todo el mundo. En el día de ayer los mercados mayoristas de cereales de España suspendieron las cotizaciones, ante la incertidumbre sobre las exportaciones ya comprometidas.
Teniendo en cuenta que Ucrania ha cerrado sus puertos y el ataque ha llevado a que se prohíba la navegación de cualquier tipo de embarcación comercial en el mar interior de Azov, que conecta el país con el mar Negro, es de esperar que el comercio de alimentos se corte casi por completo: el 90% de las exportaciones ucranianas de cereal se realizan por vía marítima.
Cómo afecta la guerra al precio de los alimentos
Nadie se atreve a aventurar en qué medida afectará la guerra al precio de los alimentos en España, pero todos dan por seguro que va a notarse. Y no solo en el pan.
España es deficitaria en maíz, que se utiliza principalmente para la alimentación animal, y Ucrania es su principal proveedor: de allí vienen el 30% de las importaciones. Ucrania es también el primer importador de girasol: acapara un 60% de todo lo que compramos.
A esta ruptura inmediata de los suministros hay que sumar las sanciones comerciales que la Unión Europea vaya a imponer a Rusia, que a buen seguro provocarán una prohibición de las importaciones.
Es bien sabido la dependencia de buena parte de Europa del gas ruso, pero hay una derivada de esto que afecta, también al precio de los alimentos. Y es que, como explica en Xataka Pablo Rodríguez, el gas también es necesario para fabricar fertilizantes, cuyo precio lleva subiendo desde el inicio de la pandemia.
Rusia es uno de los principales productores a nivel mundial de fertilizantes y el segundo productor más importante del planeta de potasa, un importante nutriente para los cultivos.
En España mal, en África peor
La interrupción del comercio con Ucrania y Rusia provocará, según todos los analistas, una importante subida de la inflación en España, en especial en los mercados de energía y alimentación, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo de los consumidores. Pero las consecuencias de la guerra se notarán aún más en África y Oriente Medio.
Según informa Financial Times, países como Egipto o Turquía importan más del 75% de sus cereales de Rusia y Ucrania. Y, aunque China se ha puesto de lado en el conflicto, también va a verse afectada por la invasión: alrededor de un tercio de sus importaciones de maíz provienen de Ucrania y se utilizan para alimentar a la piara de cerdos más grande del mundo.
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