Esta variedad es de las más comunes en toda la Península y hay que ser consciente de sus límites
Para muchos, es lo primero que tocan por la mañana y lo último que quieren que les falte en un día de trabajo. Pero, según algunos expertos, no todo café es igual, y hay uno en particular que no deberíamos estar tomando bajo ninguna circunstancia.
Según confiesa una experta barista al diario ABC, Marina Baqué, se trata del café torrefacto, una bebida que no deberíamos ingerir, a su juicio. El café torrefacto es una variedad que se obtiene añadiendo azúcar durante el proceso de tostado de los granos.
Esta práctica, que en su origen buscaba mejorar la conservación y ocultar defectos de granos de baja calidad, plantea dudas debido a sus implicaciones para la salud y la calidad del producto final.
Durante el tostado con azúcar, se produce una caramelización que oscurece los granos y les confiere un sabor más amargo e intenso. Sin embargo, este proceso también da lugar a la formación de compuestos como la acrilamida, una sustancia potencialmente cancerígena que se genera al tostar alimentos a altas temperaturas.
Además, el recubrimiento azucarado puede enmascarar la verdadera calidad del café, permitiendo que granos de inferior categoría pasen desapercibidos. Esto no solo afecta al sabor, sino que también incrementa el contenido calórico de la bebida, algo que muchos consumidores desconocen.
Los peligros del azúcar quemado
A pesar de que el café torrefacto es común en países como España y Portugal, su consumo está desaconsejado debido a los riesgos asociados, sobre todo, del azúcar quemado.
En el otro extremo, para quienes buscan una experiencia más saludable y auténtica, se recomienda optar por café natural, que preserva las propiedades originales del grano sin aditivos ni procesos que puedan comprometer su calidad.
Esta elección no solo beneficia la salud, sino que también permite apreciar plenamente los matices y aromas que ofrece un buen café, sin máscaras adicionales.
En resumen, aunque el café torrefacto forma parte de la tradición en algunas regiones, es importante estar informado sobre sus posibles efectos adversos y considerar alternativas más saludables que enriquezcan nuestra experiencia cafetera sin poner en riesgo nuestro bienestar, o al menos, que seamos conscientes de ello.
Foto | MART PRODUCTION
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