Nunca Catalunya e Italia están armonizadas como el 26 de diciembre, día grande en la cocina catalana, cuando para celebrar Sant Esteve son miles de casas las que aprovechan los restos de Nochebuena y Navidad para convertirlos en canelones con San Esteban de por medio.
Momento en el que la carn d'olla se ensambla, bechamel mediante, con finas láminas de pasta, y que extienden las celebraciones navideñas hacia un tercer día en el que el estómago sigue mandando. Los ejemplos son cientos y es que en cada casa hay una norma, impidiendo que prácticamente encontremos dos recetas iguales.
De pularda, de pollo, de pavo, pero también de cerdo, de ternera e incluso de cordero, el canelón se ha llevado en Cataluña a un paraíso para todos los que aman este plato cuya base, dicen los expertos, está siempre en hacer un buen sofrito con esa carne.
Por eso no extraña que haya predilección por los fondos donde las aves rustidas del día anterior dejan todo su sabor, o con esa bechamel que se levanta con toques tostados. Sea como fuere, si este Sant Esteve no estás por la labor de cocinar, no estarás solo a la hora de encargar canelones para llevar.
Aquí van nuestras sugerencias para que tu única misión sea limpiar el plato. Con pan, por supuesto.
Gaig a casa
Decir Carles Gaig es decir el nombre de uno de los grandes popes de la alta cocina catalana, que durante más de cuatro décadas abandera una cocina de producto basada en el recetario tradicional. Todo un referente que se puede disfrutar a domicilio con Gaig a casa.
En su amplia carta no falta la escudella, los macarrones al cardenal, las croquetas de pollo rustido y, como no, nuestro protagonista del día: sus canelones con crema de trufa (que se sirven en bandejas de cuatro o 10 unidades), con los que coronarte este 26 de diciembre -y el resto del año-. Las comandas, vía whatsapp (682 795 278) al teléfono o a través de su web.
Can Culleretes
Si hablamos de banderas de la gastronomía barcelonesa pocos restaurantes enarbolan el canelón con la fidelidad que se hace en Can Culleretes, un establecimiento abierto en 1786 y que ha formado parte de la vida de cientos (y miles) de barceloneses.
También se han reinventado en este 2020, poniendo en casa (vía web) sus habas a la catalana, el pie de cerdo guisado y claro, cómo no, sus canelones (por partida doble). Por un lado los de espinacas; por el otro, los reyes de la casa, los tradicionales de carn d'olla de los que venden más de 20.000 al año y que ahora también podrás recoger para comer en tu salón.
La Venta
La Venta es otro de esos locales icónicos en los que un barcelonés siempre tiene un recuerdo, aunque solo sea por asomarse desde sus miradores en la parte alta de la ciudad y ver cómo se despliega ante tus ojos. Su cocina está a la altura de su ubicación y, afortunadamente, también por Sant Esteve se puede disfrutar.
Su arroz con caracoles, los erizos gratinados o la longaniza con escalivada merecen un homenaje por sí mismos, pero hoy nos aferramos a sus canelones, largos, tiernos y con una bechamel muy ligera, los que nos amarran sin remedio. Si los quieres para llevar, puedes encontrarlos en la App Macarfi Delivery.
Pa i trago
A mano y uno por uno, así se elaboran los canelones de Pa i Trago, otro de esos locales de comida para llevar que llevan facilitando la vida de los barceloneses desde hace años y que han peregrinado a este local en Ciutat Vella para disfrutar de ellos, aunque no solo actúan de imán en su carta.
En Navidad también trabajan el cochinillo y el cordero, además del pollo a l'ast, otro de los iconos barcelonés. Hoy, sin embargo y por Sant Esteve, apostamos al rojo y al negro con sus canelones de marisco por un lado y por los de carne rustida por otro. Encuéntrales en el teléfono 932 45 20 04 y en su web.
Ca l’Isidre
Núria Gironès lleva ahora el testigo de esta casa familiar fundada en 1970 y que lleva el nombre de Isidre Gironès, su padre, que se lanzó a esta aventura de cocina tradicional catalana con su esposa Montserrat, haciéndose un hueco en el corazón y estómago de todos los barceloneses.
Desde la Ciutat Vella también se han modernizado, mandando su cocina a domicilio, donde el suquet de rape, los guisantes del Maresme o el bacalao a la llauna comparten escenario con sus canelones ¡qué canelones! donde tendrás que elegir entre los tradicionales o los trufados. O no, ahórrate el elegir y llévate ambos. Las comandas, a través de su página web.
El mercader de l'eixample
Los canelones king size de El Mercader de l'Eixample hace que este plato aquí no tenga la entidad de primer plato (o entrante, lo que es muy común en Barna), sino que directamente lo entendamos como un segundo plato o principal en toda regla.
Aquí, de nuevo, nos toca elegir entre carne y pescado. Una tentación nos llega desde una suculenta y bien repartida mezcla de ternera y pollo; la otra nos hace guiños con un canelón de marisco donde son los langostinos los que llevan la voz cantante y que nos hará realmente complicado elegir solo uno. Todo sabor que podrás encargar con su web o a través de Goxo App.
La Gormanda
Aire francés se cuela por nuestras pituitarias cuando destapamos la esencia que Carlota Claver enrolla en un enorme canelón que elabora con carne de pato. El aderezo, a base de boletus y foie gras, no se queda atrás y nos traslada a sabores de montaña y campo con los que es imposible resistirse (y que puedes pedir a domicilio o parar recoger llamando al 931 276 049).
Por si fuera poco, el resto del canelón lo remata con un gratinado de parmesano, aunque en ocasiones también recurre a los piñones tostados o a la piel lacada del propio pato. Un canelón que merece por sí solo un Sant Esteve o una visita a Barcelona y que debería estar en la lista de todos los canelovers.
PD: No sé si existe el palabro, y si no existe, aquí la leyeron primero.
A Pluma
Pocas devociones están tan arraigadas en el paladar del barcelonés como las rostisserias en las que los pollos giran y giran, domingo tras domingo, en ese particular a l'ast que convierten al día del Señor en el más deseado de la semana. Mucha tradición en una elaboración, donde también hay vanguardia que ha sabido ponerse a la altura.
Es el caso de A Pluma, uno de los templos del pollastre de la Ciudad Condal, donde ejerce el exBulli Eugeni de Diego, que ha llevado un peldaño superior estos pollos que se doran en el josper durante más de dos horas. Con esa base y una marinada muy aromática elabora un canelón que endulza con manzana asada y donde aumenta la potencia con foie. Una pasada que puedes pedir en su take away y donde el reto está en no arramblar con toda la tienda online
Al Kostat
También hay herencia Michelin en lo que Jordi Vilà pergeña desde Al Kostat, el hermano pequeño (que no menor), de Alkimia, donde ostenta una estrella de la guía francesa. En este caso, Al Kostat alude a esa cocina tradicional de puchero y cazuela catalana, donde la carne del corral propio y la huerta eran las que llevaban la voz cantante.
Levantado con esos mimbres, flexibles pero resistentes, Vilà cimienta su propuesta con arroces, pescados y muchos guiños al pasado -que también es presente y futuro- y que alcanzan cotas tubulares con unos canelones de pollo rustido que tienen mucho de esa tradición. Si ya estás salivando, puedes hacer el pedido a través del teléfono 636 291 445.
Vivant
Vivant es un romántico adalid del eclecticismo barcelonés donde pueden coexistir -y lo logran, y con éxito- una coctelería de muchísimo talento con algunos platos que irradian tradicionalismo y que sirven para no perder nunca de vista el suelo.
Un espacio preciosista que, por razones sanitarias, ahora tiene su aforo limitado y donde no nos queda más consuelo que acudir al take away para no echarles (tanto) de menos. Afortunadamente se posa en nuestras casas con un canelón de confit de pato trufado que haría que el mismo Sant Esteve estuviera orgulloso de que se celebrara su festividad con semejante plato. Un despliegue que puedes pedir vía whatsapp al 664 22 89 08, y donde puedes ver el menú completo aquí.
Jabato Tapería
Otra de esas sabrosas irreverencias que ponen patas arriba Barcelona y que se han puesto el mundo por montera, dando una vuelta a algunos de los grandes clásicos de la cocina catalana y que en este caso han hecho puerto en el canelón, bordándose en este caso con tres propuestas creadas para Navidad (aunque también proponen un menú de galets, escudella y carn d'olla con el que coronarse).
Aquí lo que cuesta es elegir uno solo porque nos conquistan por tierra, mar y campo. El primero a base de carrillera de ternera y salsa de trufa; el segundo con marisco y bechamel ligera, y el tercero, bien arraigado, siendo el canelón Popeye con espinacas a la catalana. La elección no es sencilla, así que mejor apostar por este trío de ases al mismo tiempo. Si sientes la llamada del canelón, aquí encontrarás su dirección para resolver tus dudas.
Restaurante Windsor
Con el corsé quitado, el Windsor, otro de los emblemas de la alta hostelería condal, se ha colado en las casas de los barceloneses para trasladar algunos de sus impertérritos clásicos en un take away y a domicilio con el que sus buñuelos de bacalao, su arroz cremoso de gambas o la lubina salvaje sobre alcachofas piden paso.
Elegir solo un plato es un dilema pero hoy nuestro deber es aferrarnos al canelón (qué problema, ¿verdad?) y apostarlo todo a una maravilla a base de langostinos, puerro y zanahoria que aúna salinidad y sutileza dulce. Si creías que era poco, el remate viene napado con una salsa de los propios corales del langostino. Si ya te está picando el gusanillo, podrás encontrar toda la información sobre las reservas en su email o en el teléfono 932 37 75 88.
Embat
Cerramos con el recital acudiendo a otro de los reclamos contemporáneos -aunque lleva unos añitos ya en el candelero- como es Embat, donde oficia Santi Rebés en los fogones y que en una propuesta muy mediterránea, marcada por la proximidad y la cocina de mercado, que en Navidad ha cobrado nuevos vuelos con una carta diseñada a propósito para el domicilio y con esos platos icónicos (y que podrás pedir a través del 934 58 08 55).
Hay un caldo con pilotes, y también cochinillo asado y pollo, pero aquí vamos a la tríada del canelón que emana autenticidad y donde es imposible fallar con un triunvirato donde encontramos cordero y bechamel trufada; pularda y pollo con trufa, y el remate vegetal con verduras (espinacas, brócoli, puerro y champiñón) y boletus.
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La Botiga de Canelones Crossandra
Con semejante nombre está claro que la especialidad de la casa está enrollada y bien cubierta de bechamel (aunque tienen unos tostados, sin napar, riquísimos). El despliegue de Crossandra, que desde hace años opera en Vic y en Granollers, ahora llega a Barcelona capital, abriendo su primer local en el 337 del Carrer de Muntaner. Diariamente elaboran más de 12.000 canelones desde su obrador en Vic, tocando todos los palos, incluyendo canelones sin gluten, sin bechamel o sin lactosa, por lo que los alérgicos o intolerantes están de suerte.
De ternera, de espinacas, de bacalao, de pescado y langostinos, de verduras, de pollo, de boletus, de pato... Si eres un enamorado de los canelones y te cuesta decidirte, di sí a todo y descubre Crossandra -si no lo habías hecho ya- en su tienda física o encargándolos a domicilio a través de su web.
Imágenes | Collage de portada con imágenes de Carles Gaig, Can Culleretes, La Venta, El Mercader de L'Eixemple, La Gormanda y Al Kostat
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