Dos niños han muerto en Francia tras consumir un tipo de pizza congelada de la marca Buitoni, perteneciente al grupo Nestlé, cuya masa estaba contaminada con la la bacteria Escherichia coli, uno de los patógenos más comunes en alimentación.
Como informa Le Monde, las pizzas, de la línea Fraîch Up, que se no se comercializa en España, se estuvieron vendiendo en buena parte de Francia desde junio del año 2021 y no fueron retiradas del mercado hasta mediados de marzo, cuando las autoridades sanitarias detectaron la bacteria.
El hallazgo es fruto de una investigación abierta después de que se registraría un aumento anómalo de los casos de síndrome uremico hemolítico, una enfermedad grave que afecta a los riñones y que está causada por esta bactería.
Para el lunes de esta semana, 28 de marzo, se habían notificado 75 casos en menores de 18 años, con una media de edad de 7 años. Los casos se han dado en doce de las trece regiones metropolitanas del Hexágono.
Una enfermedad grave en niños y ancianos
La Escherichia coli, más conocida como E. coli, es uno de los patógenos alimentarios más comunes. Aunque normalmente no es peligroso, hay algunas variedades que pueden causar graves toxiinfecciones alimentarias, como la que está implicada en este brote, que produce la toxina Shiga. Esta produce fuertes diarreas que pueden ser peligrosas en grupos de riesgo, especialmente niños pequeños y ancianos.
Como ha señalado en Twitter el tecnólogo alimentario Miguel A. Lurueña, autor del libro Que no te líen con la comida, esta bacteria se destruye a 70°C, así que lo más probable es que los niños hayan comido las pizzas sin que estuvieran suficentemente cocinadas.
Como explica Lurueña, la bactería, además, no es fácil de detectar, porque tiene una dosis infectiva muy baja, razón por la que tanto las autoridades como la empresa han tardado en identificar el origen del problema.
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