Cada vez que empieza a llover en la ciudad, las redes sociales se llenan de mensajes recordándonos que "no pidamos Glovo" y que "los repartidores también tienen derecho a no mojarse".
Para algunos, es una cuestión de empatía básica: evitar que alguien tenga que recorrer kilómetros en moto o bicicleta bajo la lluvia solo para entregarnos una hamburguesa caliente o unas barras de pan.
Para otros, en cambio, cancelar pedidos en días lluviosos es peor, porque significa quitarles ingresos a quienes dependen de estas plataformas. Y así, un pedido a domicilio se convierte en un dilema moral.
El debate se ha reavivado a raíz de las últimas lluvias, en una simple toma de la lluvia con un repartidor saliendo de un portal y centenares de comentarios y likes. “Tened un poco de humanidad”, pide el usuario que ha compartido la toma.
A este usuario le reprochan no haber pedido nunca una pizza en un día lluvioso. “Cuando llueve no, ni pizza ni pizzos, que ese es el punto del vídeo”, asegura. El tiktoker lamenta la normalización “de abusos en el trabajo”, y reivindica que lo que uno no quiere para sí no lo tiene que querer para los demás.
“No hagan caso”, pide un rider
“Soy rider, por favor no hagan caso. Si no llaman no cobramos”, dice un usuario, que admite que en estas jornadas lluviosas “las propinas son mucho más generosas”. Sin embargo, otro asegura que en estas jornadas de mal tiempo no se ha llevado ni una sola propina en todo el día.
Otro rider explica que cuando llueve es cuando hay más pedidos, y que en realidad les va “super bien” porque son días que acumulan más pedidos y les reportan directamente más ingresos.
Otra usuaria asegura haber trabajado como repartidora y que estos son los días en los que mejor se cobra, mientras que otro añade que estos repartidores tienen que trabajar igual, que la empresa no les da fiesta por mucho que llueva. “Entonces no vamos nadie a trabajar cuando llueva”, ríe otro usuario.
Ahora bien, en el debate también hay quienes ponen en grito en el cielo por trabajos similares pero que no inspiran tanta piedad. “Yo soy barrendero y tengo que barrer igual”, dice un usuario sobre la lluvia.
En la misma línea, una mujer asegura que su marido es repartidor de un supermercado y en días de lluvia “tiene que seguir repartiendo”. “Así que sí, llamaré a Glovo las veces que me dé la gana”, dice.
“Me parece una falta de respeto no tener esta empatía”, asegura una usuaria, a la que le responden que la misma que los que trabajan el día de Navidad. El punto de humor la añade otro usuario que de jacta de la situación con un genial comentario: “Los del norte no estamos entendiendo todo el drama que hay en Tik Tok cuando llueve en otros sitios”, bromea.
@jordisans La que está cayendo en #barcelona ! Cuando llueva no pedir a @Glovo España !! Tener un poco de humanidad! #barcelonatiktok #bcn #viraltiktok
♬ BAILE INoLVIDABLE - Bad Bunny
En la misma línea otro tiktoker asegura: “Y en Asturias o Galicia que llueve más de 200 días al año, ¿qué hacemos?”, plantea. Y el debate alcanza otras cotas cuando una usuaria agrega: “Los que dice que no se puede serán solubles en agua, o Gremlins”.
“Pedir un Glovo en estas condiciones climáticas tendría que estar prohibido”, dice un usuario, a lo que otro recuerda que esto no es ninguna “esclavitud”, y que estos repartidores si no quieren trabajar ese día, apagan la aplicación y no les llegan pedidos.
Más allá de la discusión, lo cierto es que las condiciones laborales de los repartidores siguen siendo un tema de controversia. La mayoría trabaja como autónomos, sin un salario fijo ni beneficios como seguro de lluvia o pagos extra por condiciones climáticas adversas.
En este contexto, la lluvia no solo es una incomodidad, sino un riesgo: calles resbaladizas, visibilidad reducida y largas esperas bajo el agua. Sin embargo, muchos riders prefieren asumir ese riesgo antes que pasar una jornada sin ingresos.
Fotos | Czapp Árpád y hway frames
