“Esta marca es contraria al orden público”: el nuevo embajador de Italia reaviva la polémica en torno a La Mafia se sienta a la mesa

Tan recurrente como Cinema Paradiso en Navidad, así es la polémica —razonada— que cada cierto tiempo salpica a la cadena de restauración La Mafia se sienta a la mesa. Esta empresa zaragozana, con más de 40 establecimientos en nuestro país, suele aparecer en boca de todos, especialmente los italianos, por su polémico nombre.

El último, en escribir su nombre en las páginas de esta ignominia es el nuevo embajador de Italia en España, el señor Giuseppe Buccino Grimaldi, que ha dirigido una carta al presidente del club de baloncesto Casademont Zaragoza, don Reynaldo Benito, al comprobar que La Mafia se sienta en la mesa se ha convertido en uno de los patrocinadores del equipo.

En la carta abierta, Grimaldi se queja, entre otras cosas "asociar a la mafia con conceptos de cordialidad y de relajación, basándose, en el hecho de que la mafia 60, haría la mesa para compartir una comida". En ese mismo sentido, el embajador indica que este nombre "contribuye la banalización de las actividades ilícitas y fechorías cometidas por dicha organización".

Del mismo modo, considera, tal como se lee en su carta, que "la imagen de la mafia que se sienta en la mesa, va en detrimento, además, de la cultura de la dieta mediterránea, compartida por España y por Italia". Una relación que, como indica, "hace de la comida un importante momento de intercambio social y crecimiento de la persona".

"Marca contraria al orden público y ofensiva"

Por eso, además recuerda a Reynaldo Benito, presidente del club de baloncesto Casademont Zaragoza, que "el registro de la mafia se sienta a la mesa es una marca contraria al orden público y ofensiva, no solamente para las víctimas de esta organización Criminal y sus familias, sino también para cualquier persona que, en el territorio de la unión, se encuentra entre dicha marca y posea umbrales medios de sensibilidad y tolerancia".

Razón por la que concluye su carta explicando que "esta marca en asociación con el deporte, como si fuese algo normal, son entonces algo que no pasa desapercibido y que causa en cualquier italiano un sentimiento de malestar". Todo ello a pesar de que "se encuentra en un país tan amado y cercano como España, y que afecta muchas más personas, independientemente de su nacionalidad".

Ante las quejas del embajador italiano, la agencia de comunicación del grupo La Mafia se sienta a la mesa, ha emitido un comunicado en el cual explican los razones del nombre de la marca y también que su intención nunca va asociada a ninguna connotación, violenta o vinculada a la propia mafia.

Explican así que "la compañía, de la que viven más de mil familias, muchos de ellos italianos, en ningún momento ha politizado ni banalizado con este nombre, ya que La Mafia se sienta a la mesa es una marca de restaurantes de gastronomía italiana".

Imágenes | La Mafia se sienta a la mesa

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